Los seguros del automóvil subirán de precio antes de su unificación
El libro blanco que marca las pautas para la reforma del seguro del automóvil acaba de salir de imprenta. Pero, antes de que se adopte alguno de los muchos cambios propuestos, los doce millones de asegurados españoles sufrirán en los próximos meses -septiembre parece ser la fecha más probable- dos subidas de tarifas: las del voluntario, que por primera vez se ajustarán a la siniestralidad de cada zona, además de a la potencia del vehículo y a la edad y antigüedad del conductor, y las del obligatorio, destinadas a que las compañías puedan elevar la responsabilidad civil máxima de 750.000 a un millón de pesetas.
Como se esperaba, entre los objetivos más destacados del libro blanco (véase EL PAIS de 5 de diciembre pasado),figura unificar las modalidades obligatoria y voluntaria, agilizar y elevar las indemnizaciones, y liberalizar los precios, todavía sometidos a autorización administrativa. Todo ello se orientado a la mejora de solvencia del sector, que recibe una tercera parte de sus ingresos del automóvil: 105.371 millones de pesetas entre primas y recargos en 19,80, cifra sobre la que el año pasado la recaudación de primas voluntarias creció él 6,1 % y la de obligatorias el 32,4%.En la introducción del libro, el director general de Seguros, Luis Angulo, resalta que la extensión de los seguros de automóvil en los últimos años ha llegado a producir una indebida identificación de la imagen popular del seguro con la de aquellos. Además, la litigiosidad ha llegado a saturar algunos juzgados, al tiempo que los problemas del ramo de automóviles (sobre todo, altos gastos de gestión, atomización empresarial, etcétera) han determinado un grave deterioro de solvencia de bastantes aseguradoras, empujadas a enjugar sus déficit con cargo a los asegurados de otros ramos. Asimismo, la Comunidad Económica Europea proyecta subir la cobertura obligatoria a 50 millones de pesetas, frente a los seis actuales de parte de sus miembros.
Conclusiones a observación
En este contexto, Angulo decidió proseguir por el automóvil la liberalización del sector emprendida en 1978, precisamente cuando se planteó la intervención de media docena de compañías sobrecargadas en el ramo de automóvil. Por ello, encargó el libro blanco a ocho expertos de la Administración y de la empresa. El trabajo, que recomienda cambios legislativos, de precios y de gestión, va a ser enviado, por ello, compañías de seguros, peritos, parlamentarios, colegios de abogados y otros implicados, para que realicen observaciones. He aquí un resumen de sus conclusiones:- Unificación. Tendría varias escalas: una cobertura automática de riesgo (sólo referida a lesiones personales, de pago inmediato a la víctima y con prestaciones actualizadas permanentemente), otra complementaria de responsabilidad (en base al grado de culpabilidad, de cuantía ilimitada para daños personales y con límites para los materiales), y unas coberturas voluntarias.
- Responsabilidades. Despenalizar determinadas conductas de responsabilidad criminal, procedimiento único y breve por culpa para toda clase de daños materiales y para los personales que excedan de la cobertura automática, e imposibilidad de discusión en pleito de éste última. Ello exige modificaciones del Código Penal
- Precios. Ajuste de las primas a los riesgos particulares con tecnificación y libertad de tarifas (algunos principios serían equidad y suficiencia, actualizaciones y correcciones periódicas que impongan la evolución de costes, elaborar una tarifa de referencia (estaría cargo de una Cámara del Seguro del Automovil que integre a todos los intereses) y sancionar dura y enérgicamente aquellas tarifas insuficientes y sancionarlas prácticas solusorias o restrictivas.
- Siniestralidad. Implantar, como en otros países, la certificación del último asegurador sobre la experiencia siniestral de cada asegurado.
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