La disolución anticipada de las Cortes 'gana terreno' en el Gobierno

A menos de tres semanas de que finalice el período parlamentario de sesiones -al menos en lo que se refiere al Congreso, ya que el Senado tendrá una prórroga de medio mes-, el nerviosismo en las filas centristas es visible ante cada nuevo trago, en forma de sesión plenaria, a superar. El reciente debate sobre el síndrome tóxico ha puesto de manifiesto la necesidad que UCD tiene de más de una minoría para combatir con cierto éxito los embates de la oposición, especialmente de los socialistas, que continúan haciendo ensayos, todavía tímidos, contra un Gabinete que progresivamente se inclina hacia la disolución anticipada de las Cortes, fórmula aconsejada a Calvo Sotelo cada vez por más ministros.El resultado del debate sobre el síndrome tóxico ha arrojado un balance positivo para el Gobierno, que ha logrado evitar las reprobaciones de dos de sus ministros, al precio de que quede constancia de que no basta, en la actual configuración de la Cámara baja, con el apoyo, poco deseado pero necesario, del grupo de Fraga, quien por otra parte exige cada vez unas contrapartidas más elevadas. El martes pasado, mientras se celebraba la sesión plenaria sobre el síndrome tóxico, el diputado de Coalición Democrática (CD), Antonio Carro, realizó el papel de emisario entre Leopoldo Calvo Sotelo y Manuel Fraga, a cuyos respectivos escaños efectuó hasta tres viajes de ida y vuelta. Fraga obvió finalmente al intermediario y se dirigió con gesto airado hacia Calvo Sotelo, con el que zanjó la cuestión, en los pasillos del Congreso, en dos escasos minutos.

En cuanto al apoyo de las minorías nacionalistas, se presenta cada vez más dificil el del PNV, que sólo al precio de una retirada o congelación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), estaría en condiciones de aflojar su presión sobre el Gabinete.

Mientras tanto, la estrategia de la Minoría Catalana, más pragmátíca como es habitual en los catalanes, insiste en demostrar con los hechos la necesidad que UCD tiene de sus votos. Pero el apoyo de Convergencia no es gratuito ni puede ser eterno -esto es, no durará tres semanas-, y no lo será probablemente si el Gobierno quiere hacer compatible el inestable equilibrio parlamentario a que está sometido, con el cumplimiento de los pactos autonómicos con el PSOE, su principal desequilibrador.

Calvo Sotelo tiene que optar definitivamente entre mantener la LOAPA -que puede dejarle con el exclusivo e insuficiente apoyo de CD- o asegurarse el hostigamiento firme del PSOE, en cuyas manos quedaría graduar el nivel de la oposición, en función de la estabilidad del sistema o de las propias conveniencias políticas de anticipar las elecciones. El miércoles, después del Pleno de la colza, los diputados centristas resaltaban la presencia casi ál completo de su grupo parlamentario en apoyo a los dos ministros que la oposición deseaba reprobar.

Pero ese apoyo, no resaltable, por obvio, hubiera sido insuficiente sin la colaboración de los nacionalistas catalanes, la ayuda natural de CD y la inhibición quizás antinatura de los comunistas.