Crecientes dificultades para el canciller Helmut Schmidt

El desastre electoral de la coalición social-liberal (SPD-FDP) en Hamburgo, donde los socialdemócratas (SPD) obtuvieron el peor resultado desde la fundación de la Republica Federal de Alemania (RFA) y los liberales (FDP) seguirán sin representación parlamentaria, por no haber llegado al 5%, coloca en una situación muy precaria al Gobierno de Bonn.

Los últimos resultados que escupieron las computadoras en la medianoche del domingo confirmaron los datos provisionales de que los liberales (FI)P) son una fuerza extraparlamentaria en la ciudad-estado de Hamburgo. Con un 4,8% -el mismo porcentaje que hace cuatro años-, los liberales (FDP) pagaron caro sus vacilaciones y su oportunismo a la hora de intentar sacar tajada de su condición de partido bisagra.Para los socialdemócratas (SPD), las computadoras tenían preparada una píldora todavía más amarga. Los datos definitivos mostraron que el SPD quedó por debajo de los democristianos en la CDU. En su feudo tradicional de Hamburgo, la ciudad del canciller federal Helmut Schmidt, el SPD tuvo el peor resultado electoral desde 1949: sólo un 42,8% de votos, lo que significa una pérdida del 8,7% de votos, casi un terremoto electoral en la estable vida política de la RFA.

Irresistible caída

El SPD tiene en Hamburgo 55 diputados, catorce menos que en la anterior legislatura y uno menos que los democristianos (CDU). La elección de Hamburgo ha venido a confirmar la irresistible caída del SPD, qu eperdió un 4% hace un año en Berlín Oeste, un 6% hace seis meses en Baja Sajonia y ahora casi un 9% en Hamburgo. La CDU tuvo el mejor resultado de su historia en Hamburgo y, con un 43,2% y 56 diputados, soe ha convertido en el partido más fuerte de la ciudad hanseática.La lista verde y alternativa consiguió a la primera nada menos que el 7,7% de votos, lo que supone nueve escaños.

Las consecuencias de la elección de Hamburgo conmovieron a Bonn, donde se extiende el nerviosismo en las filas de la coalición de gobierno entre socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP). La agencia de Prensa alemana (DPA) difundió ayer la noticia de que los liberales (FDP) recomendaban para las elecciones del 26 de septiembre en el Estado de Hese una coalición con los democristianos.

Esta información -que podía servir de anticipo del final de la coafición en Bonn- fue desmentida, pero la duda permanece en el ambiente.

El presidente socialdemócrata Willy Brandt reconoció que "las cosas están mucho más difíciles ahora para la coalición". El canciller federal Helmut Schmidt se apresuro a declarar, a través de su portavoz de gobierno, que su destino político no estaba unido a la elección de Hamburgo.

La Bolsa registró con un descenso el resultado electoral de Hamburgo, como un síntoma de que en Bonn será cada día más difícil gobernar. En la sede del SPD reinaba la noche del domingo una absoluta perplejidad. El secretario general, Peter Glotz, se consolaba con algo que luego ni siquiera se confirmó: haber sido el primer partido en Hamburgo.

Hamburgo está en una situación casi ingobernable. El SPD quiere seguir en el poder y no admite ni una gran coalición con la CDU ni un pacto con los ecologistas. Entre las posibilidades que se barajaban ayer estaba la convocatoria de nuevas elecciones en Hamburgo, algo insólito en la estable vida política de la RFA.