Malestar en el PCE por el aplazamiento de la reunión del comité central

El comité ejecutivo del Partido Comunista se reunió ayer para analizar, básicamente, lo que una fuente calificó de "creciente descontento entre las bases después de los malos resultados en las elecciones andaluzas". El comité ejecutivo fue convocado por sorpresa después de que una reunión del comité central, prevista inicialmente para ayer y hoy, fuese aplazada personalmente por Santiago Carrillo hasta los días 10 y 11.Este aplazamiento fue justificado oficialmente en función de la necesidad de incorporar al orden del día del comité central los últimos acontecimientos políticos (sentencias del 234, posibilidad de elecciones anticipadas, etc.). Sin embargo, en medios del, PCE tal justificación ha parecido "débil": "Si esto fuera cierto, cuanto antes se analicen tales acontecimientos, mejor; no se comprende bien el deseo de aplazar las discusiones, con lo que se pierde un tiempo precioso", dijo un miembro del comité central, que añadió que muchos de los 90 integrantes de este comité habían tenido que hacer "difíciles combinaciones en sus trabajos" para poder asistir a la frustrada convocatoria de ayer.

Los citados medios atribuyeron la decisión de Carrillo más bien a un intento de "dejar enfriar las cosas" y asegurarse el mayor número posible de voces adictas en el comité central, que, de todas formas, está dominado en sus dos terceras partes por los carrillistas.

Sin embargo, algunos factores recientes han hecho estallar el descontento incluso entre algunos fieles a Carrillo en el comité central: el análisis hecho por el secretario general sobre las causas de la pobre votación obtenida por el PCE en Andalucía ha parecido "superficial" en el seno del partido. "No se puede achacar todo a la falta de dinero o al chantaje de otras fuerzas políticas", afirmó un disidente.

El viaje de Carrillo a Suecia, durante toda la semana pasada, pareció "inoportuno" en un momento en que el país vivía importantes acontecimientos políticos. Y recientes declaraciones del líder comunista, como la de que "hay que enviar la Armada española a las Malvinas", o la amenaza proferida en una reciente reunión de que "hay que seguir limpiando el partido", han contribuido a encrespar los ánimos en torno a la personalidad de Carrillo. Ello hace que la reunión del comité central sea contemplada con especial atención.