Calvo Sotelo advierte a dirigentes de UCD que abandonara la presidencia del partido si se fracciona

El presidente del Gobierno y de UCD, Leopoldo Calvo Sotelo, declaró ayer en la reunión de secretarios y presidentes provinciales y regionales centristas, que se celebró en el Palacio de la Moncloa, que él no encabezará ninguna opción fraccionada del pártido. Esta declaración del presidente Calvo Sotelo era interpretada en todas las familias ideológicas centristas consultadas por este periódico como el primer aviso de que Calvo Sotelo dejará la presidencia del partido en cuanto éste se fraccione, eventualidad que las citadas fuentes consideran próxima.

En este mismo sentido cabe destacar que Calvo Sotelo puso ayer, por primera vez desde la derrota electoral andaluza, su cargo a disposición del partido. "Si el comité ejecutivo fue quien me propuso como presidente de UCD y su consejo político quien me ratificó, me someteré a sus decisiones". En la reunión que celebró el comité ejecutivo el pasado lunes, Calvo Sotelo asumió su responsabilidad en la derrota, pero no citó en ningún momento la posibilidad de dejar el cargo, como lo hicieron primero Iñigo Cavero, secretario general del partido, y después Soledad Becerril y Carlos Rosado, como presidenta y secretario general de Andalucía, respectivamente.

Consejo político

La reunión celebrada ayer en la Moncloa, en la que se produjeron algunos momentos tensos, significa el final de una primera etapa de UCD tras el descalabro en Andalucía, añadieron las citadas fuentes centristas. Hasta ahora lo que ha hecho el partido ha sido analizar las causas de la derrota en las urnas del 23 de mayo, primero en el llamado sanedrín (comité de ocho ministros del Gobierno), después en el comité ejecutivo; hace dos días, en una reunión del comité regional de Andalucía; y finalmente, ayer en Madrid, en la reunión de los presidentes y secretarios provinciales ucedistas de toda España.La fecha en que debe reunirse el consejo político de UCD, máximo organismo entre congreso y congreso, acaparó gran parte de las casi cinco horas de esta reunión de los presidentes y secretarios provinciales centristas con Leopoldo Calvo Sotelo, en la que estuvo ausente la presidente regional de UCD-Andalucía, Soledad Becerril.

Al dar cuenta del encuentro a los periodistas, el secretario de información de UCD, Javier Rupérez, admitió la existencia de una petición "generalizada" para que la reunión del consejo político tenga lugar en breve plazo y, desde luego, antes de julio. Calvo Sotelo contestó que no hay inconveniente, pero que es necesario un período de reflexión para que la crisis ucedista no se cierre en falso. Será el comité ejecutivo de UCD, que se reunirá la semana próxima, el que determine la fecha del encuentro del consejo político, en el que, entre otras decisiones, podría procederse a la sustitución del presidente del partido y a lo que se ha llamado una "clarificación" en el mismo, es decir el abandono de algunos de sus miembros.

Rupérez señaló, tan solo, que se pretende que la reunión del consejo político no se interfiera con la actividad parlamentaria, que se prolongará durante el mes de junio. Según pudo saber el diario EL PAIS, algunos representantes provinciales, mayoritariamente del sector suarista, mantuvieron una reunión tras el encuentro de la Moncloa, acordando abrir un turno de consultas que podría desembocar en una recogida de firmas para que el consejo político celebre su reunión lo antes posible.

Moncloa, Calvo Sotelo reafirmó el proyecto de un partido de "centro centro", lejos de la idea fraguista de la "mayoría natural" antes de las próximas elecciones de 1983. También se criticó duramente la "doble militancia" de algunos centristas, que simultanean su pertenencia a UCD con los clubes liberales de Antonio Garrigues. El presidente mostró su firme rechazo de las "actividades fraccionarias" y las tendencias de opinión, de los que Rúperez dijo, sin embargo, que "son como la vida misma". Se puso también de manifies to que la vocación del partido no es la de bisagra, ni la de un grupo minoritario. "Un partido con vocación mayoritaria", dijo Rupérez, "no puede tener una cara monolítica".

De acuerdo con la versión facilitada por el secretario de información centrista sobre el encuentro de la Moncloa, no se habló ni de fechas electorales, ni de listas, ni de posibles sustitutos para Calvo Sotelo a la cabeza del partido, ni de proyectos concretos de renovación. Tampoco se habría tratado el tema de las fugas parlamentarias hacia otros grupos.

Calvo Sotelo reafirmó su posición de concurrir a las próximas elecciones con una oferta diferenciada, lejos de coaliciones preelectorales, "aunque queda abierto el tema de las coaliciones puramente parlamentarias tras las elecciones" según Rupérez. Sin embargo, el presidente, no especificó más sus criterios para resolver la crisis centrista. Como dijo Rupérez, la reunión fue más bien de análisis que para tomar decisiones, dadd que no existe en los estatutos de UCD un organismo reconocido ,que englobe a los responsables provinciales.

Rupérez ofreció una síntesis personal de las reuniones celebradas hasta ahora en el seno de UCD, trazando un esquema realmente pesimista de la realidad del partido: "Este partido, que tuvo siete millones de votos en 1979, ha sido incapaz de representar los intereses de ese electorado". Dijo también que "se apunta a una cierta bipolarización del mapa político. En estos momentos, la oferta de centro como intento de moderación de la derecha y de la izquierda ya no tiene sentido. Hay que renovax la oferta, ir más hacia un tipo de partido popular".

Las críticas que, según diversas fuentes, se dejaron oir en la reunión de los presidentes y secretarios provinciales con Calvo Sotelo, no debieron ser menores: a lo largo de unaveintena de intervenciones, los asistentes se lamentaron del abandono al que se veían sometidos por parte del secretariado nacional, así como de las escasas conexiones entre el Gobierno y el partido. "A, veces nos enteramos por la prensa de lo que pasa en UCD", dijo el extremeño Enrique Sánchez de León, a lo que Calvo Sotelo, no sin cierto humor, le respondió que él a veces se enteraba por la prensa de las actividades de Sánchez de León en Extremadura.

El presidente no hizo gala de tan buen humor en otras de sus intervenciones, como cuando respondió, algo desabridamente, al secretario provincial de La Rioja, quien le recordé que algunas de las reformas prometidas por UCD no se habían cumplido.

Calvo Sotelo hubo de escuchar algunos carraspeos de protesta cuando pretendió que la colaboración entre Gobierno y partido sí había funcionado. Pese a todo, el encuentro de la Moncloa no fue tan dramático como hacían esperar algunas reuniones previas de los presidentes y secretarios provinciales suaristas. Sin embargo, es previsible que la presión para que la reunión del consejo político se celebre cuanto antes se incremente en los próximos días en el seno de los comités provinciales.