El vino se regirá por un precio tipo que sustituirá al de garantía

El mantenimiento de la Entrega Vínica Obligatoria (EVO) con sus características actuales y la sustitución del actual precio de garantía por uno que tenga carácter indicativo son las conclusiones más importantes del informe que ha elaborado el grupo de trabajo constituido en el Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA) sobre los mecanismos de intervención en la campaña vitivinícola.

Este es uno de los tres grupos de trabajo que se constituyeron a raíz de la última negociación de precios agrarios en la que el de este producto fue el que menos subió debido a los excedentes que tiene la Administración.En el momento de hacerse públicos los precios agrarios, el Ministerio de Agricultura se comprometió a ofrecer a los viticultores una serie de alternativas en vista de lo bajo que había quedado el precio del vino. Para ello, se iniciaron una serie de trabajos en grupos con el fin de hallar una fórmula de salvación para el sector que no fuera la subida de precios que sólo conduce, en opinión de la Administración, al aumento de la producción, sobre todo de vino de baja calidad. El primer resultado de los grupos de trabajo ha sido este informe elaborado en el SENPA.

En el documento se dice que la regulación del mercado ha de conseguir adecuar en cantidad, calidad y tiempo la oferta a la demanda. Para adecuar la cantidad y la calidad se propone la destilación de choque que consiste en eliminar, a la vista de los datos del balance inicial de campaña, el porcentaje necesario y suficiente de vinos del mercado. Para el SENPA se entiende como necesario y suficiente el volumen que asegure, por el libre juego de la oferta y la demanda, que los precios se sitúen en el nivel del indicativo.

Varios precios indicativos

Esta operación debe basarse en la rapidez de ejecución y en un nivel de precios disuasorio para no estimular el incremento de las producciones en ciertas zonas, como ha ocurrido con el precio de garantía en pasadas campañas. Una vez conseguida la retirada del mercado de la suficiente cantidad de producto, es necesario disponer de una medida que contribuya a armonizar en el tiempo la oferta a la demanda.Esto se logrará, según el SENPA, mediante el almacenamiento con ayudas públicas de vino y mostos. Esta medida debe orientarse fundamentalmente al sector elaborador, aunque no se debe descartar la colaboración con el sector comercial.

"Si estas medidas se aplican correctamente serían suficientes para garantizar una regulación adecuada de la campaña. Por ello, en nuestra concepción, continúa el documento del Servicio Nacional de Productos Agrarios, desaparece el precio de garantía en su sentido actual". También se contempla el establecimiento de un precio mínimo al que se califica como válvula de seguridad. Esta es la última medida que debe adoptarse y tiene un carácter excepcional.

El precio indicativo debe ser el eje de todo el sistema de regulación. La cuantificación económica de las medidas de regulación habrá de realizarse en función de estos precios. Deberán existir dos, uno para los vinos tintos y otro para los blancos, aunque por el momento no ser ha entrado a discutir las condiciones de cada uno de ellos. En el documento se recomienda que, a corto plazo, deberá actuarse con la mayor prudencia dados los excedentes estructurales que existen y la regresión en el consumo.