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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un Mádrid de posguerra

Iniciado a mediados del pasado mes de febrero con la emisión de Botón de ancla (1947), de Ramón Torrado, concluye hoy el ciclo dedicado por el espacio Cine Club de la segunda cadena a la obra cinematográfica del actor y director Fernando Fernán Gómez, con la emisión de Pim, pam, pum... fuego (1975), de Pedro Olea.Entre estos dos largometrajes han pasado las más importantes películas de Fernán Gómez como director, y una discutible selección de sus trabajos como intérprete a lo largo de su dilatada carrera. El máximo interés del ciclo ha sido dar a conocer El mundo sigue (1963) y El extraño viaje (1964), las mejores obras como director de Fernán Gómez que, además, eran prácticamente inéditas. Y las perfectas presentaciones donde Fernán Gómez, con una especial habilidad, daba la necesaria información para situar la película en el contexto donde había nacido. El ciclo se puede considerar un triunfo de TVE.

Surgido de la Escuela Oficial de Cinematografía, Pedro Olea debuta a finales de los sesenta con unas películas irregulares y obtiene el primer éxito con El bosque del lobo (1970), que además de escribir y dirigir también debe producir. Desde entonces trabaja en obras que obtienen buena acogida del público, como Un hombre llamado flor de Otoño (1977).

A mediados de los setenta Olea dirige para el productor José Frade una trilogía sobre Madrid. La primera obra es Tormento (1974), sobre la novela de Pérez Galdós, que obtiene un gran triunfo por su buena factura y pertenece a las películas hechas durante los años donde, aprovechando el enfrentamiento Iglesia-Estado de los últimos tiempos de la dictadura, se autorizan algunas obras que dan la visión negativa de ciertos sacerdotes. La última es La Corea (1976), sobre un guión original de Alfonso Jiménez, Juan Antonio Porto y el propio Olea, que no tiene ninguna repercusión.

La posguerra madrileña es evocada, en un guión. de Rafael Azcona y Pedro Olea, a través de un triángulo entre lo que se podrían considerar personajes claves del momento: una corista, interpretada por Concha Velasco, un maquis, al cual da vida José María Flotats, y un estraperlista encarnado por Fernando Fernán Gómez.

Esperamos que hoy esta película se emita íntegra y no tan ridículamente cortada como, por poner un ejemplo reciente, una escena -aquella en la que se convierte en monstruo- de El profesor chiflado, de Jerry Lewis. Pim, pam, pum... fuego se emite hoy a las 21.40 por la segunda cadena.

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