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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El caso del ministro consorte

Un caso curioso el de Jules Dassin. Se formó en los viveros izquierdistas del teatro neoyorquino, entre 1936 y 1940. Allí, sobre todo en los alrededores del legendario Group Theatre, conoció a los que habrían de ser más notorios cineastas de su generación, como Elia Kazan, Nicholas Ray, Robert Rossen y otros. Y como ellos, en el umbral de la guerra mundial, precisamente porque la lucha contra el fascisrno reclamaba hombres compronictidos políticamente, fue llamado a Hollywood, donde comenzó su carrera cinematográfica con un filme titulado Agente nazi, no estrenado en España y, al parecer, de menos que mediana calidad.Dassin entró con mal pie en el cine, pero se las arregló poco a poco para salir a flote. Tras ocho filmes rutinarios -tal vez Fuerza bruta algo menos- realizó La ciudad desnuda, que trajo a las pantallas una manera inédita de aplicar las corrientes neorrealistas italianas al filme negro y policíaco norteamericano. Fue una novedad efimiera, pero que le valió a Dassin el triunfo y, con él, la posibilidad de realizar libremente sus filmes. Llegó a hacer tan sólo dos en libertad, y uno de ellos es Mercado de ladrones, rodada en 1949, que hoy emite TVE.

Se trata de un buen filme de serie negra, sobre el mundo de los mercados, los camioneros y las mafias que los controlan. En la base hay un excelente guión de A. Bezzerides, autor del relato original, The Long Haul, que Raoul Walsh ya había llevado a la pantalla, en forma de melodri

ma violento, en 19,41. Guionista y director, apoyados en un reparto de gran clase, encabezado por Richard Conte y el gran Lee J. Cobb, consiguieron crear una auténtica atmósfera de crisis y violencia, e ombinando con sagacidad elementos del thriller tradicional con otros del documento social filmado y el cine de lucha de clases.

Unos meses después de finalizar el rodaje de Mercado de ladrones, Dassin tuvo que escapar de las garras del senador McCarthy y su Comité de Actividades Antiamericanas, ¡que le habían puesto con tinta roja en el libro negro de su próxima redada. Su siguiente película, aunque todavía de producción norteamericana, fue ya rodada en Londres, y es tal vez su mejor obra: La ciudad y la noche, un admirable y misterioso dúo entre Gene TierIney y Richard Widrnark. A partir de entonces Dassin, se convirtió en un cineasta europeo. Y jamás volvió a dar la medida de sí mismo.

En su época europea hizo todavía un par más de películas dignas de él, Rififí y Nunca en domingo.

Mercado de ladrones se emite esta noche a las 21.35 por la primera cadena.

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