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18.000 personas en una concentración nacionalista en el País Valenciano

"Aquí lo que ha de quedar claro es que el valenciano, el catalán que hablamos en el País Valenciano, es todavía una lengua postergada, o peor, perseguida. Nos la quieren acorralar en el reducto folklórico. Y no. Aquí hemos acudido a manifestarnos por la unidad de la lengua, por los derechos de la lengua", manifestó el escritor Joan Fuster en la concentración convocada ayer en Castellón en conmemoración de la batalla de Almansa, a la que asistieron unas 18.000 personas.

Los asistentes llenaban los tendidos y el ruedo de la plaza de toros para escuchar a Fuster y al cantante Lluis Llach, que ofreció un recital acompañado por la banda de música municipal de la ciudad.El acto fue convocado por laAsociación Acció Cultural del País Valenciá, de la que Fuster es presidente, con motivo de la conmemoración anual del 25 de abril, fecha de la batalla de Almansa (1707) en la que las tropas del archiduque Carlos fueron derrotadas por las del rey Felipe V y con ella el antiguo reino de Valencia perdió sus fueros. Esta conmemoración no ha sido seguida en los últimos años por los partidos de la izquierda parlamentaria valenciana.

Se conmemoraba también por otra parte el 50 aniversario de las normas ortográficas de Castellón para el valenciano, que fueron redactadas en 1932 por un grupo de intelectuales y supusieron la incorporación de la ortografla catalana de Pompeu Fabra, con ligeras variantes. Los cuatro firmantes que todavía viven -Angel Sánchez Gozalbo, Casimiro Meliá, Adolf Pizcueta y Enric Soler, todos ellos mayores de 80 años- se encontraban entre los asistentes.

"Un episodio digamos gramatical, por importante que sea", aseguró Fuster, "en lugares más estables y más serenos que éste en el que vivimos tendría, como mucho, una celebración académica, con discursos ponderados y reverencias oficiales. Por desgracia, las circunstancias que todos vosotros conocéis nos obligan a convertir el posible acto solemne en una concentración multitudinaria y clamorosa".

En contra de lo que se esperaba, ni Fuster ni ninguno de los otros oradores del acto -el hijo del filólogo recientemente fallecido Manuel Sanchís Guarner y el ex dirigente comunista Francesc Codoñer- hizo alusiones directas al reciente dictamen de la Comisión Constitucional del Congreso sobre el Estatuto de autonomía valenciano, que incorpora la bandera con franja azul y la denominación "comunidad valencia". Una pancarta, no obstante, rezaba: Comunitat, no, grácies, y otras incluían críticas al Estatuto.

La plaza de toros estaba coronada por 62 banderas cuatribarradas y otras muchas eran portadas por los asistentes, así como algunas rojas y republicanas. Había pancartas de varios partidos nacionalistas y asistieron de forma no oficial numerosos cargos públicos de la izquierda parlamentaria. En la presidencia del acto estaban, entre otros, el antiguo consejero de Educación del Consejo del País Valenciano, Josep Lluís Barceló, secretario general de UCD de Elche; el escultor Andreu Alfaro; la directora general de Política Lingüistica de la Generalidad de Cataluña, Aina Moll; el rector de la Universidad Central de Barcelona, Antoni María Badía y Margarit; el escritor Vicent Ventura y la viuda de Sanchís Guarner, Rosa Cabanilles.

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"Venimos a Castellón en 1982", dijo Fuster, "a ratificar el sentido unitario de irreduptible catalanidad que inspiró las normas", así como "a proclamar en voz alta que contra las maniobras hostiles a nuestro idioma el pueblo valenciano consciente levantará la resistencia más decidida y más clara".

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