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Los militares no Custodiarán edificios o instalaciones en Euskadi

En medios militares se descarta, en principio, que las Fuerzas Armadas destinadas a colaborar con las Fuerzas de Seguridad del Estado vayan a desempeñar en el País Vasco funciones de custodia de edificios públicos o de instalaciones eléctricas, según informa desde San Sebastián José Luis Barbería. Se admite, sin, embargo, en los mismos medios que dicho relevo de funciones, pudiera realizarse en el supuesto de que se produjera una nueva cadena de atentados.El hecho de que: un teniente y un alférez hayan solicitado recientemente al Ayuntamiento de Eibar los planos de los caminos vecinales de ese mismo municipio, es interpretado como una labor rutinaria que se efectúa dos o tres veces al año y que es ]programada con muchos meses de antelación. Según estas fuentes, ese tipo de misiones suelen ser encomendadas a grupos de seis u ocho oficiales que tienen el objetivo de actualizar la información a disposición del Ejército.

A primera hora de la noche de ayer llegaron a Pasajes los destructores Blas de Lezo y Lángara y la fragata Andalucia. Fuentes oficiales desmintieron por otra parte, que estas unidades correspondan a las asignadas a colaborar con las Fuerzas de Seguridad en la lucha antiterrorista. Tampoco el regimiento Sicilia, que se compone de los batallones Legazpi y Colón y el batallón América 66, perteneciente a la división de la brigada Navarra, habían partidos hacia sus destinos respectivos en la línea fronteriza de montaña franco-española. Estas fuerzas de tierra serán apoyadas probablemente por la base de helicópteros de Logroño, cuya misión consistiría en permitir el enlace de las diferentes unidades.

Por otra parte Carmelo Ridruejo informa que Ia cifra actual de soldados que permanecen en el Pirineo navarro realizando tareas de impermeabilización asciende a unos 700 soldados integrados en dos batallones. Biiena parte de estos efectivos militares se encuentran acampados en los valles de Salazar y del Rorical.

La dureza del invierno obligó a que la mayor parte de estos soldados no permaneciera fija en las mugas (pasos de frontera), regresando después de un cierto tiempo a los cuarteles y siendo relevados.

Desde el pasado 25 de marzo de 1981, el Ejército se desplegó en labores de impermeabilización a lo largo de la frontera entre Navarra y Francia que alcanzan 143 kilómetros. Los primeros en llegar fueron una compañía. de las COE procedente de Burgos, a la que siguieron cuatro días después cuatro batallones del Ejército de Tierra, en los que se integraban unos tres mil hombres. Contaban también con el apoyo de efectivos de la Guardia Civil. En el mes de septiembre, algunos de estos batallones fueron sustituidos, con lo que se inició una reducción progresiva de la presencia militar en el Pirineo Navarro, ante la llegada del invierno.

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