Charles Duval,
ingeniero alsaciano, ha puesto en funcionamiento un robot-restaurante que igual sirve comidas o bebidas, frías o calientes, casi instantanamente a voluntad del consumidor. El ingeniero francés, antiguo alumno de la Escuela de Artes y Oficios de París, le ha puesto a su invento el nombre de Thermivor y le ha instalado una serie de aparatos electrónicos capaces de poner en funcionamiento las medidas necesarias para que, en menos de un minuto, el consumidor pueda disponer de un servicio completo de vajilla y cubertería para el plato escogido en el menú variopinto de que dispone, que ya puede alcanzar hasta los doscientos platos y hasta 126 variedades. Y el supremo refinamiento electrónico del robot es capaz de rechazar monedas caducadas o admitir una tarjeta de crédito.
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