Pluriempleo y horas extras
EL PAIS de 30 de marzo de 1982, sección Deportes. Un conocido presidente de un club de fútbol madrileño a punto de pirárselas declaraba lo siguiente: "Me sobran trabajos donde ganar tres veces más de lo que ganaba hasta ahora" (sic). Hay que tener desfachatez para hacer una declaración semejante en un país con dos millones de parados. Claro que todo esto se explica retrocediendo unas páginas del mismo ejemplar, a la sección Nacional. Este mismo señor doctor "tiene los siguientes empleos médicos: forense de Alcalá de Henares, inspector médico del Insalud en Madrid, jefe de los servicios médicos de empresa de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (puesto donde le colocó su suegro ... )" (sic). ¿Es posible que una misma persona pueda simultanear tantos cargos? No solamente me atrevo a decir no, sino que este y tantos otros señores están usurpando un puesto de trabajo a sus colegas en paro. Ni el más fuerte Estado demócrata del mundo puede sentirse seguro si permite que ocurran este tipo de cosas. Y, democráticamente hablando, nosotros acabamos de empezar. Sigamos, pero con el mismo ejemplar de EL PAIS, sección Trabajo. A dos empresas de la construcción se le imponen fuertes multas por haber concedido demasiadas horas extras a sus trabajadores. Ahora sí interviene el Gobierno a través del ministro de Trabajo y Seguridad Social, considerando que "sancionando el abuso en las horas extraordinarias se intenta potenciar y fomentar el empleo entre los trabajadores en paro". ¿Inevitabilidad social? o ¿cómo habría que determinar semejante actitud gubernamental?/
