Noruega muestra gran interés por la próxima entrada de España en la OTAN

El ministro noruego de Asuntos Exteriores, Svenn Stray, resaltó ayer "la importancia para Europa" de la próxima entrada de España en la OTAN, pero añadió que, aunque Noruega es una firme partidaria de la comunidad atlántica de defensa, no lo es menos "de la continuación de las conversaciones ruso-americanas de Ginebra encaminadas a conseguir un principio de acuerdo en el tema del desarme".

Stray, que visitó Madrid el pasado de febrero para asistir a la reanudación de la sesiones de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa, recibió ayer la delegación política española que acompaña a los Reyes en su viaje a este país, presidida por el ministro José Pedro Pérez-Llorca compuesta por los directores genmerales de Europa, José Cuenca; el gabinete del ministro, Ramón Soigny, y de la Oficina de Información Diplomática, Inocencio Arias. Las conversaciones entre los jefes de las diplomacias española y noruega se prolongaron a lo largo de toda la mañana en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Oslo.Entre tanto, los Reyes, cuya llegada anteayer ocupa las primeras páginas de todos los periódicos de la capital, visitaron la Alta Escuela de Deportes y Educación Física y el Museo del Esquí, situado en la localidad de Holmenkkollnakken. A mediodía asistieron a un almuerzo ofrecido por el municipio, y por la noche, a una función de la gala en el Palacio de Conciertos de a capital noruega.

En las conversaciones políticas entre las delegaciones de ambos países, Stray pidió a Pérez-Llorca que le hiciera un resumen de la situación en que se encuentran las negociaciones de España con las comunidades atlántica y europea.

En cuanto a la integración en la CEE, Pérez-Llorca hizo una exposición detallada del proceso negociador, así como de las dificultades internas de la Comunidad y de las dilaciones que Francia continúa poniendo al ingreso de España. Sin embargo, el ministro español añadió que el pasado enero se había dado un paso importante en la negociación al haber llegado a un acuerdo con la Comisión en seis de los diez temas pendientes, y que esperaba que en junio se diera un segundo paso decisivo.

Frontera con la URSS

A continuación, los dos ministros discutieron el tema OTAN, a la que Noruega pertenece desde el establecimiento de la Organización Atlántica en 1949, y tras convencerse de que su neutralismo de la primera guerra mundial, aplastado por Alemania en 1940, le hacía depender del exterior para su defensa. Noruega tiene un interés extraordinario en la entrada de España en la OTAN, con el fin de desplazar hacia el flanco sur de Europa los riesgos de un posible enfrentamiento entre los dos bloques. No hay que olvidar que Noruega junto con Turquía, es el único país de la Alianza Atlántica que comparte una frontera común con la Unión Soviética, concretamente, 196 kilómetros, y que los rusos tienen en la península de Kola la base de Murmansk, que reúne la mayor concentración naval, aérea y de proyectiles dirígidos de toda Rusia. La ruta más directa en un eventual intercambio de misiles entre Estados Unidos y la Unión Soviética o de aviones de bombardeo de largo alcance atraviesa justamente el espacio aéreo noruego, en su parte septentrional.Stray puso de manifiesto la importancia para Europa de la próxima entrada de España, pero se mostró decidido partidario de una continuación de las conversaciones de desarme entre soviéticos y norteamericanos en Ginebra con el fin de intentar conseguir un principio de acuerdo entre las dos superpotencias. Pérez-Llorca le manifestó que el Gobierno español compartía totalmente la tesis noruega, y añadió que la próxima entrada de España en la Organización Atlántica no reducirá un ápice los deseos de paz del Gobierno de Madrid. A continuación se produjo un intercambio de puntos de vista entre los dos ministros sobre Polonia y las Malvinas.

En cuanto a este último tema, Stray preguntó a Pérez-Llorca la razón de la abstención española en la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad, así como la posición de nuestro país en torno a, dicho problema, cuya gravedad no se ocultaba a ninguno de los dos ministros. Pérez-Llorca explicó que aunque España, como el resto de los países europeos, rechazaba el empleo de la fuerza para resolver los contenciosos entre las naciones, sin embargo, no podía olvidar que nuestro país compartía con Argentina el hecho de tener una colonia en su propio suelo, como Gibraltar.

Al mismo tiempo, añadió el ministro español, el Consejo de Seguridad no tuvo en cuenta en su decisión una resolución de la Asamblea General de la ONU, fechada en 1966, en la que se pedía a ambas partes el inmediato comienzo de conversaciones para poner término a la situación colonial de las Malvinas. El ministro noruego contestó que comprendía perfectamente la posición española y que le recordaba, por su similitud, la que adoptó Noruega durante la llamada "guerra del bacalao" entre Islandia y Gran Bretaña. Aunque Noruega condenó el uso de la fuerza por parte islandesa contra los pesqueros británicos, sin embargo, apoyó la cuestión de fondo planteada por Islandia.

Gas natural

Al término de las conversaciones, las dos delegaciones discutieron el tema de las relaciones bilaterales y el deseo de ambas partes de incrementar los intercambios hispano-noruegos con motivo de esta visita. A este respecto Pérez-Llorca expuso a su colega noruego el deseo español de adquirir gas natural en este país con el fin de que España pueda diversificar sus fuentes de suministros, que en estos momentos dependen sólo de Libia y Argelia. Noruega ha empezado a construir una red de gasoductos que terminará en 1984 con el empalme a la red europea en la localidad de Emden, en Alemania Occidental. Igualmente expuso la pretensión española de que se aumente la cuota de pesca actualmente asignada a España, acordándose que se inicien negociaciones encaminadas a este fin el próximo mes de mayo.