Arconada jugará en Pamplona con un dedo entablillado

El ambiente ante el partido que enfrentará en El Sadar a Osasuna y a la Real Sociedad está ya suficientemente caldeado, pero subirá como la espuma de aquí al domingo. Los donostiarras parecen haber dejado de lado las preocupaciones y los nervios provocados por las declaraciones de Aguilar el pasado domingo en televisión, para centrarse en un solo afán: ganar al Osasuna, única posibilidad de renovar el título de Liga a la espera del pinchazo del Barcelona en Madrid. El objetivo, sin embargo, no parece tan alcance de la mano, porque Osasuna aspira ahora también a jugar la UEFA, espoleado por las sustanciosas primas que ofrece el club.Arconada jugará con su dedo anular de la mano izquierda entablillado, y esta noticia, que supone un sedante maravilloso para la plantilla realista, lo es aún más para su afición, a quien asusta terriblemente la posibilidad de ver en su portería un rostro distinto. Por contra, persiste la duda de Olaizola, el hombre más regular de la Real, que ayer se limitó a hacer kilómetros, parsimoniosamente, por el césped de Zubieta, mientras sus compañeros se entrenaban normalmente asistidos de una gran expectación. El lateral realista, aquejado de una carga muscular, acaricia, sin embargo, la posibilidad de llegar a enfrentarse a Osasuna, algo ya descartado para Alonso, suspendido por un partido, a causa del balonazo que propinó a Fortes el último domingo en Atocha, cuando el árbitro había señalado ya la falta previa del españolista.

La expectación por este partido, y por el final de la Liga, se ha apoderado no sólo de la afición, sino también de una gran parte de la población, incluida aquella que se enorgullece habitualmente de ignorar el fútbol. No es extraño encontrar ahora a muchas de estas personas en los corros de conversaciones futbolísticas, y hasta parece que el tema empieza a despertarles un discreto en tusiasmo También aquí la Real es algo más bastante más que un club.

La afición donostiarra, que ha vivido las jornadas finales de Liga al borde del colapso, se las promete ahora felices convencida de que el Barcelona tiene la moral de cristal y de que el Madrid, a pesar de todo, sigue siendo mucho Madrid para los afectados por el llamado síndrome Schuster. Las apuestas de los bares dan ganadora a la Real y muchas cuadrillas y tripazales (triperos), asiduos asistentes a las sociedlades gastronómicas, han elaborado ya el menú de la victoria final y puesto a refrescar el champán. Algo exagerado si se tiene en cuenta que los cálculos ma temáticos dan teóricamente más posibilidades al Barcelona, y que en El Sadar los jugadores realistas van a enfrentarse no solo a un equipo en alza como Osasuna, capaz en estos momentos de aguarle la fiesta a cualquiera, sino también a un público animoso que siente sus colores tanto como el que más.

Los donostiarras tienen claro, por otra parte, que las prohibidas primas a terceros siguen funcionando con inmune puntualidad. Cuando- se les pregunta sobre el tema, los jugadores realistas ponen también cara de resabidos y asienten convencidos de la actualidad de estas primas. La alineación realista, descartando a Olaizola, podría ser esta: Arconada, Celayeta, Górriz, Cortabarría, Murillo; Diego, Larrañaga, Zamora; Uralde, Satrústegui y López Ufarte.