Tratamiento de un informador
Aunque nunca he comprado el panfleto que usted dirige, ni pienso comprarlo jamás, le envío dos recortes en los cuales puede notarse su falta de honradez y equidad y de todo en el tratamiento de una información que, con mucha imaginación, podría considerarse parecida.Personalmente, me parece usted indeseable y merecedor de un castigo por todo el daño que está infligiendo al pueblo español con este tipo de informaciones, amparándose cobardemente en la institución periodística.
Ni me sentiría mínimamente apenado si fuera usted quien hubiera ocupado, en el recorte del día 23 de marzo de 1982, el lugar de don Agustín Martínez Pérez, que Dios tenga en la gloria./
Los recortes a los que se refiere esta carta pertenecen a las ediciones de EL PAIS de los días 20 y 23 de marzo, y corresponden a unos pies de fotos. El primero de ellos decía así: "Los cuerpos de tres de los cuatro periodistas holandeses asesinados en EL Salvador yacen en el depósito de cadáveres de la capital salvadoreña", y el segundo: "El cadáver del inspector de policía Agustín Martínez Pérez, una de las tres personas fallecidas en el atentado de Sestao, es introducido en el féretro". El autor de la carta subraya las palabras asesinados y fallecidas.