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Dos bombas explosionaron esta madrugada en el centro e Madrid sin causar víctimas

Dos bombas de mediana potencia explosionaron en el centro de Madrid poco después de la una y media de esta madrugada sin que se registraran víctimas, aunque sí daños materiales. La primera explosión se registró en la plaza de España, en la sede de la compañía aérea jordana Alia. Pocos minutos después hacía explosión otro artefacto a la altura del número 21 de la calle de Alcalá, en la sede de la agencia turística Egipt tours.

A las tres de la madrugada, ningún grupo se había responsabilizado de las dos explosiones, ni la policía tenía sospechas o información sobre los motivos o posibles autores de ambos atentados. La tensa situación que se vive estos días en Oriente Próximo con la inminente devolución del Sinaí ocupado por Israel a Egipto y los sucesos del pasado domingo en las mezquitas de Jerusalén, donde un joven israelí mató a tiros a dos árabes, podían tener alguna relación con el doble atentado.Los artificieros de la policía analizaban al cierre de esta edición la naturaleza de los explosivos empleados en los artefactos, cuyas ondas expansivas pudieron sentirse en una amplia zona del centro de la ciudad.

En la plaza de España, a la altura de la calle de la Princesa, el tráfico quedó interrumpido. Mientras

la policía hacía una inspección en los alrededores en busca de otros posibles artefactos, una llamada anónima comunicó la próxima explosión de otra bomba, lo que produjo unos momentos de nerviosismo y tensión entre los curiosos que habían acudido al oír la explosión, que se sintió en varias calles de los alrededores. Los cristales de la oficina de Lan Chile que se encuentran al lado de la agencia aérea jornada donde se produjo la explosión quedaron destrozados.

El segundo artefacto, en el número 21 de la calle de Alcalá, destrozó por completo las cristaleras de la agencia turística egipcia y de un banco y un establecimiento comercial de los alrededores. Como consecuencia de este mismo atentado, una farola del alumbrado público cayó a la calle, quedando interrumpido el tráfico en dirección a la Puerta del Sol, y un quiosco de Prensa quedó destrozado. La onda expansiva hizo añicos las cristaleras de la cafetería Nebraska, situada a unos veinte metros en la acera de enfrente.

Los últimos atentados terroristas contra sedes de compañías aéreas ocurridos en Madrid tuvieron como blanco establecimientos de origen norteamericano y suizo. En uno de estos atentados, en diciembre de 1980, resultó gravemente herido el periodista José Antonio Gurriarán cuando llamaba a su periódico desde una cabina telefónica, en la Gran Vía, comunicando una explosión que había presenciado minutos antes. Aquel atentado, como otros similares perpetrados en Madrid fueron reivindicados por grupos armenios, quienes habían cometido numerosas acciones similares en varias capitales europeas.

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