Entrevista entre Mitterrand y la patronal francesa para relanzar la economía

El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, recibió ayer por segunda vez en lo que va de año a Yvon Gattaz, presidente del Consejo Nacional de la Patronal Francesa (CNPF). Momentos antes, este último se entrevistó con el ministro de Economía, Jacques Delors, y el próximo día 16 será recibido por el primer ministro, Pierre Mauroy. Se trata de la ronda de la última oportunidad, entre el poder mitterrandista y la patronal, para entablar una colaboración mínima que evite la recesión amenazante de la economía del país. En estos mismos momentos, el franco se debilita de nuevo y seriamente.El cambio de dirección en la patronal gala (agrupa lo más sustancial de las grandes, pequeñas y medianas empresas), el pasado mes de diciembre, hizo concebir alguna esperanza de entendimiento entre el poder y el "muro del dinero" del que hablan los socialistas al referirse a los patronos. Gattaz, el nuevo presidente del CNPF, valorado como un hombre de diálogo, no defraudó y, desde entonces, ha repetido sus visitas a todos los responsables máximos. Pero la "luna de miel" socialistas-patronos se dio por terminada recientemente, cuando Gattaz alertó solemnemente: "Vamos a asistir al hundimiento de las empresas francesas que, naturalmente, conllevará el paro y los dramas sociales".

¿Qué ocurre con la economía gala cuando el mitterrandismo se prepara para celebrar el primer aniversario, el mes próximo, de su acceso al poder? La patronal ayer, antes de iniciar sus conversaciones con el Gobierno, explicó la coyuntura con algunas cifras.

Desde que los socialistas llegaron al poder, el ahorro de las empresas ha disminuido el 19,7%. En el último año, han quebrado 20.895 empresas, lo que supone un récord. Las nuevas cargas, sociales y fiscales, como consecuencia de las reformas efectuadas por el poder desde el verano pasado, ascienden anualmente a 93.000 millones de francos, alrededor de un billón y medio de pesetas (el 50% de esta cantidad corresponde al paquete suplementario representado por la quinta semana de vacaciones pagadas y por la disminución de una hora semanal de trabajo, pagada también por la empresa).

En el mismo momento en que los actores económico-políticos intentan elaborar un modo de vivir que favorezca la reactivación, ayer, el franco francés fue de nuevo atacado en todos los mercados. El dólar, en París, batió su propio récord, al cotizarse a 6,31 francos. Sabido es que, tradicionalmente, los fines de semana se prestan para las devaluaciones o reajustes de monedas.