Siete muertos al hundirse un barco marroquí cerca de las islas Cíes

Siete buques de la Marina de Guerra británica, que se dirigían al encuentro de la flota que ayer partió de Portsmouth con destino a las islas Malvinas, tuvieron que emplear todos sus efectivos en el rescate de los tripulantes del buque marroquí Zeida, que se hundió a veintiocho millas al oeste de las islas Cíes, frente a la desembocadura de la ría de Vigo. El siniestro se produjo en las primeras horas de la mañana del domingo con el resultado de siete muertos, tres desaparecidos y ocho supervivientes, rescatados por dos de los buques de guerra británicos y un mercante danés.

El mercante marroquí Zeida había salido del puerto coruñés de Cariño con dieciocho tripulantes a bordo y se dirigía a Casablanca con un cargamento de madera, cuando se vio, sorprendido por un fuerte temporal que lo hizo zozobrar. A sus señales de socorro -bengalas luminosas- respondió la formación de la Armada británica y el carguero danés Skanlinth, que llegaron a tiempo de salvar ocho vidas. Alertada la comandancia de Marina de Vigo, su titular ordenó la salida del remolcador Elduayen, pero este buque se vio obligado a regresar sin alcanzar el lugar del siniestro porque se encontró con un fortísimo oleaje de proa que le impedía la navegación en condiciones de seguridad.La escuadra inglesa que acudió al salvamento puso en el aire seis helicópteros que rastrearon la zona, mientras otro helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR), con base en La Coruña, sobrevolaba la zona hasta que tuvo que desistir de su intención por culpa del fuerte viento reinante.

Horas más tarde de iniciado el rescate, el buque de apoyo a los helicópteros británicos localizó a cuatro supervivientes mientras el mercante danés rescataba a otras cuatro personas. Los siete cadáveres fueron localizados por el destructor inglés Battleaxe. Los dos buques británicos, con los supervivientes y cadáveres a bordo, regresaron a su base en Gran Bretaña, mientras el resto de la formación continuaba hacia su destino.

Desde Leixois, donde se encontraba para realizar otro servicio, el remolcador de altura Remolcanosa Cinco, que tiene su base en Vigo, acudió también al rescate, ya que cuenta con importantes medios de salvamento y lucha contra la polución. Este buque permaneció por la tarde del domingo en la zona del siniestro combatiendo una mancha de gasóleo de unos trescientos metros cuadrados vertida por el Zeida al zozobrar.

Desde las 23.30 horas del domingo se encuentra rastreando la zona del naufragio la fragata de la Marina de Guerra española Liniers, en busca de los tres desaparecidos, relevando a las unidades de la Marina británica que estuvieron durante parte de la noche colaborando en la búsqueda.

Según expertos de la Comandancia de Marina de Vigo, será dificil encontrar los cuerpos de los tres de s aparecidos, puesto que, si como parece se ahogaron, tardarán algunos días en volver a flotar, y es posible que aparezcan distantes de la zona en la que se produjo el naufragio.

La escuadra británica que tan oportuna intervención tuvo en este salvamento estaba formada por los buques de guerra Engadine, Aurora, Active, Ariadne, Dido, Euryalus y Battleaxe, dos de los cuales son de apoyo y cinco son destructores.

En cuanto a su destino, por la hora en que se encontraron en el punto del naufragio y el rumbo que llevaban, parecen indicar que forman parte de la fuerza naval británica destinada a las islas Malvinas para solucionar el conflicto surgido en aquel archipiélago atlántico que fue recientemente ocupado por la Armada argentina.