El cadáver del médico de Oyarzun no presenta señales de violencia, según la autopsia

El cadáver del médico de Oyarzun Esteban Muruetagoyena, fallecido por infarto después de ser puesto en libertad por la policía, tras un periodo de detención de nueve días, no presenta "signo aparente de violencia física", según las conclusiones de la autopsia. Ayer, según informa nuestro corresponsal en San Sebastián, Victorio R. de Azua, se produjo un paro relativamente generalizado en Rentería y Oyarzun, atendiendo a la convocatoria de Herri Batasuna y otras fuerzas de la izquierda radical como protesta por esta muerte, que para estos grupos se debe a torturas sufridas durante la detención. Una nota oficial del Gobierno civil de Guipúzcoa desmintió tales afirmaciones y reveló la existencia de cuatro reconocimientos médicos a Muruetagoyena, en las dependencias policiales, que demostraron la inexistencia de lesiones.La autopsia, realizada por el médico del juzgado de Guernica, concluye que la causa inmediata de la muerte fue infarto de miocardio En el cuerpo se encuentra una erosión lineal de dos milímetros en la sien derecha, "limpia, con un pequeño componente inflamatorio a su alrededor, si tejido de granulación, de lo que debe deducirse: que no data de un tiempo superior al de dos días". El fallecido había sido puesto en libertad el jueves,y falleció el domingo. La autopsia encontró también un derrame en el oído izquierdo, debido probablemente a una otorragia, "cuya causa no se puede precisar debido al sinnúmero de motivos que pueden concurrir para producirla". El autor de la autopsia estima igualmente que se produjo en un tiempo no superior a las 48 horas últimas.

Finalmente, se aprecian en el tórax una coloración rosácea y otra pálida, esta última coincidente con la posición del brazo en la caja mortuoria; otras coloraciones rosáceas en hombro y tercio superior del brazo, y coloración violeta brillante en los testículos, aunque el forense precisa que se debe a la posición del cadáver y que no se aprecia aumento del tamaño ni traumatismo.

El colegio de médicos de Guipúzcoa, por su parte, trató las detenciones de los doctores Muruetagoyena y José Miguel Yetano, en una reunión celebrada el martes por la noche, tras la que hizo pública una nota oficial en la que su junta directiva señala que "no puede excluir la presunción de que la detención y posterior traslado a Madrid, con sus consecuencias, han tenido que influir en la moral y el estado de ánimo de ambos compañeros y en el desgraciado final" del médico de Oyarzun.

En una nota oficial difundida el martes por la noche por el Gobierno civil de Guipúzcoa, de la que ya dio cuenta EL PAIS en su última edición de ayer, se informó que Esteban Muruetagoyena fue sometido a cuatro reconocimientos médicos, de los que existe el correspondiente certificado, durante los nueve días que duró su detención, en dependencias de la Guardia Civil, primero en San Sebastián y más tarde en madrid. Los reconocimientos, según la nota oficial, dan cuenta de "la no observancia en el detenido de señales de violencia de ningún tipo".

Muruetagoyena, siempre según la nota oficial, reconoció en sus declaraciones haber colaborado, bajo amenaza, en la cura del activista de ETA Militar Tomás Linaza, herido tras haber asesinado al brigada de la Guardia Civil de Herrera (Guipúzcoa), Moisés Cordero, el 29 de julio de 1979.