La elecciones en Baja Sajonia, prueba para la coalición social-liberal de Bonn
Las elecciones que se celebran hoy para el Parlamento del Estado de Baja Sajonia, en la República Federal de Alemania, suponen una prueba de la fuerza actual de los partidos en un momento en que se pone en duda la solidez de la coalición de socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP) que gobierna en Bonn.La primera prueba de fuego del año, y también la primera desde las elecciones federales de 1980, dará una respuesta sobre el descenso de los socialdemócratas (SPD) ante el electorado.
Casi cinco millones y medio de electores están convocados hoy a las urnas para elegir el landtag de Baja Sajonia, donde sólo dos partidos, democristianos (CDU) y socialdemócratas (SPD) -ni los verdes (ecologistas)-, consiguieron superar la barrera fatídica del 5%, que da derecho a ocupar escaños. Liberales (4,2% en 1978) y verdes (3,9%) tienen como meta superar ese 5%, que les daría una representación parlamentaria en el futuro landtag en Hannover.
Para los verdes, lograr ese objetivo sería un paso importante en su consolidación como cuarta fuerza parlamentaria en la RFA. Para los liberales, no llegar al 5% sería una catástrofe, que aprovecharían los que quieren acabar con la coalición social-liberal (SPD-FDP) que gobierna en Bonn con el argumento de que la crisis del SPD arrastra a su socio de Gobierno al desastre.
La importancia de esta elección parcial se centra sobre todo en las repercusiones para el Gobierno de Bonn. Los democristianos aspiran a conseguir la mayoría absoluta (48,7% hace cuatro años), que daría un impulso a su deseo de acabar con el Gobierno Schmidt-Genscher.
El presidente del Gobierno de Baja Sajonia, el democristiano Ernst Albrecht, es uno de los aspirantes a quitarle al presidente del partido, Helmut Kohl, el puesto de candidato a canciller federal.
Dada la crisis que atraviesan los socialdemócratas (SPD), sería ya un éxito si consiguieran mantenerse por encima del 40% (42,2% hace cuatro años). Una nueva catástrofe en Baja Sajonia aumentará la sensación de que la caída del SPD es ya imparable y tendría un efecto desmoralizador sobre el partido en este año, donde todavía quedan pendientes las elecciones de Hamburgo, el 6 de junio próximo; Hesen, el 26 de septiembre, y Baviera, el 10 de octubre.
La desmovilización en las filas socialdemócratas es grande y el interés de los estrategas de¡ partido se centra principalmente en conseguir una elevada participación electoral, lo que beneficiaría al SPD. En el ambiente de pesimismo que reina en el país, no parece probable que se logre esa movilización capaz de dar al canciller Helmut Schmidt el balón de oxígeno necesario para sacar adelante su agónico Gobierno.
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