Predominio eurocomunista en los debates sobre la nueva dirección del PSUC

, El informe político presentado por el secretario general del partido, Francesc Frutos, al congreso extraordinario del PSUC, fue aprobado por amplia mayoría en la sesión plenaria de ayer. La jornada se caracterizó por la ausencia de un debate político profundo y la acentuación de las discrepancias entre los diferentes sectores respecto al futuro control del partido. Anoche continuaba reunida la comisión de candidaturas, formada por diecinueve miembros, de los que sólo siete se hallan vinculados a la ejecutiva leninista saliente.

En el debate sobre la formación de la candidatura oficial al comité central del PSUC se perfila una primera posición del sector eurocomunista más radical, dispuesto a formar una directiva prácticamente monocolor. Un segundo grupo eurocomunista propicia la composición mixta del comité central, dando cabida a un minoría relativamente cualificada del sector de la izquierda. Los componentes de este último sector manifestaron ayer mayoritariamente su negativa a formar parte del comité ejecutivo del partido, mientras que existía disparidad de criterios respecto a conservar una representación simbólica en el comité central o bien abandonar, asimismo, dicho órgano de dirección.Mucho más radicales se mostraron algunos sectores obreros presentes en el congreso, quienes llegaron incluso a plantearse el abandono de las sesiones, en disconformidad con la línea eurocomunista predominante. Las posturas de este sector son de gran transcendencia en la futura política del PSUC dentro del movimiento obrero y, en concreto, respecto a la posición hegemónica de este partido en las Comisiones Obreras de Cataluña. Una solución de exclusividad eurocomunista en la futura dirección del PSUC representaría, sin duda, grandes dificultades para la recuperación del partido en el movimiento sin<¡¡cal, así como para el reingreso de un importante sector de militantes que permanecen a la expectativa de los resultados del congreso.

El plenario de ayer aprobó por 837 votos a favor, nueve en contra y 74 abstenciones el informe político de Francesc Frutos. Las intervenciones de las delegaciones coincidieron en la valoración positiva de dicho texto. Algunos portavoces del sector eurocomunista más radical se mostraron, sin embargo, muy críticos respecto al apartado dedicado a la definición del PSUC como "un partido comunista con una política eurocomunista". Este último grupo consideró ambigua dicha definición.

La difusión de pegatinas entre los delegados conteniendo frases como "ja som euros" (ya somos euros) y otras similares constituyó la nota eurocomunista radical de la sesión de ayer. El presidente del congreso, Ramón Espasa, rechazó públicamente tales iniciativas.

Por último, Pere Comas, en nombre de la comisión de apelaciones del partido -tres de cuyos cinco miembros presentaron su dimisión a raíz de las sanciones impuestas a los prosoviéticos- presentó al plenario un informe sobre su gestión. Comas afirmó que la comisión de apelaciones no podía convertirse en una segunda dirección, debiendo, por ello, aceptar la línea política del comité central y limitarse a examinar el carácter antiestatutario de las actitudes sancionadas".