Rumasa inicia la devolución de ahorros de Fidecaya
Rumasa empezó ayer por Albacete, Valladolid y Teruel la devolución de ahorros de Fidecaya en las veintiocho provincias que faItan. Hoy precisamente se cumple un mes desde que recibió 5.780 millones de pesetas del Tesoro Público para pagar las cantidades garantizadas por el Estado a las últimas 250.000 personas afectadas por la liquidación de dicha entidad. Durante este período, la mayor liquidez del grupo le ha supuesto unos 65 millones de pesetas, por su inversión en el mercado interbancario o por ahorrarse la toma de dinero de otros bancos, cuyo precio día a día ha estado en torno al 14%.
Para la comisión encargada por el Gobierno de liquidar Fidecaya, el destino provisional del dinero puede haber sido un aliciente en orden a que Rumasa se ocupara de las devoluciones y de los restos de la entidad. El mismo estímulo han tenido las cajas de ahorro o rurales que, previamente, recibieron los otros 9.015 millones de pesetas. De esta cifra, ha sido devuelto a los ahorradores durante los últimos cinco meses aproximadamente un 90%. No ha habido ningún impedimento al empleo provisional del dinero.Por su parte, un portavoz de Rumasa declaró ayer que los 5.780 millones de pesetas han sido intocables, aunque lógicamente hayan generado liquidez al grupo. En su opinión, no se deben hacer cuentas aisladas con la operación Fidecaya, pues si han tenido más liquidez, también los 320 trabajadores que pasan a su plantilla les costarán este año 500 millones de pesetas. "Sufrimos impedimentos administrativos" dijo, "porque es evidente que nos interesa devolver el dinero cuanto antes para que sus destinatarios confíen en nosotros y podamos reciclar la mayoría del pasivo".
Los liquidadores han confirmado que la demora en las devoluciones ha estado justificada en múltiples complicaciones administrativas. Además, según ellos, es lógico que el grupo esperase la aprobación que dio el pasado viernes el Consejo de Ministros al contrato firmado el 14 de diciembre, condicionado desde el principio a su aprobación administrativa.
El dinero fue transferido al holding de la abeja el 19 de febrero, dos días después de que Hacienda aprobó la operación. Sin embargo, las listas con las direcciones y cuentas de los cedulistas tuvieron que ser depuradas durante diez o quince días de los anticipos entregados a algunos en los últimos tiempos de Fidecaya. Asimismo han debido ser agrupados los 250.000 nombres en función de su proximidad a las oficinas de los dieciseis bancos de Rumasa que efectuarán las entregas. Este trabajo ha sido también lento; aunque el dinero a devolver es sólo el 40% del total, los destinatarios son casi un 60% del medio millón de ahorradores de Fidecaya.
Los liquidadores agregaron que, para tranquilizar a los afectados, fueron facilitadas al grupo jerezano etiquetas con las direcciones, para que pudiera anunciarles por carta el pago, como así Io hizo a finales de febrero. En una segunda carta, tiene previsto comunicarles el banco- encargado del pago y el momento en que pueden acudir. Así se ha hecho ya desde ayer en Albacete, Valladolid y Teruel. La operación se extenderá en los próximos días a las veintiocho provincias que figuran en el cuadro adjunto de cantidades garantizadas y no garantizadas.
Solución preferible
Si bien el propósito del grupo de Ruíz Mateos era empezar a pagar el pasado lunes, según la comisión liquidadora, la confirmación del Consejo de Ministros recomendada por el dictamen dado el 4 de marzo pasado al contrato por el Consejo de Estado puede haber aconsejado el establecimiento de la demora. En cualquier caso, los liquidadores insisten en que, como ha reconocido el propio Consejo de Estado, la solución Rumasa es preferible a la liquidación directa de los bienes de Fidecaya. La comisión liquidadora recibió el 4 de septiembre pasado un año de plazo para devolver los 14.927 millones de pesetas garantizados en aquella fecha por decreto ley. . "Trece años después del caso Matesa" declaró un portavoz de los liquidadores, "el Estado no ha recibido ni un duro. Nosotros hemos conseguido ahorrar 2.500 millones de pesetas que costarían las indemnizaciones, desempleo y no ingreso de cuotas a la Seguridad Social para los más de 500 trabajadores de Fidecaya; cumpliremos los plazos de pago a todos los cedulistas y acreedores; y el Estado será reintegrado de todas las garantías prestadas".
Por el contrato de 24 de diciembre, Rumasa devolverá los citados 5.912 millones de pesetas, asumirá los 326 empleados pendientes de colocación, se quedará con las inversiones y deudas de Fidecaya (el saldo de activos y pasivos se aproxima a los 10.000 millones de pesetas, lo que supone un agujero patrimonial superior a los 7.000 millones), y sus bancos recibirán autorización para abrir algunas decenas de oficinas más. A cambio, deberá devolver al Estado los 14.927 millones de pesetas garantizados a los cedulistas, en un plazo de al menos veinte años, con amortizaciones crecientes y a partir del cuarto año. También se ha comprometido a pagar los 938 millones de pesetas no garantizados a los cedulistas que superan determinadas cantidades en cuenta.
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