Jean Kardas,
un ejecutivo de empresa actualmente sin empleo, se dedicará a vender trozos de la torre Eiffel. No es broma. Kardas aprovechó los recientes trabajos de aligeramiento del primer piso de la estructura metálica de la torre para comprar seis toneladas y media de estas vigas, las ha partido en 20.000 trozos y los ha puesto a la venta como recuerdo de París. Pagó 1.950 francos (unas 34.000 pesetas) por el lote completo y ahora, informa el vespertino económico Le Nouvel Journal, los turistas norteamericanos le ofrecen unas 10.000 pesetas por cada uno de los 20.000 souvenirs. La venta, claro, está orientada hacia la exportación. El negocio puede ser redondo.
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