La economía española requiere todavía mayor competitividad industrial

La economía española necesita urgentes medidas de reforma estructural, especialmente en su sistema industrial, que le permitan a medio plazo una adecuación más competitiva de sin sistema productivo frente a la nueva situación internacional, según estima un detallado análisis de La economía española en los ochenta, elaborado por el Hudson Institute para el servicio World Watch.

El largo informe, que periódicamente publica esta institución y del que son autores los economistas Christopher Potts Eduardo Lechuga (procedentes de la London School of Economics), resalta entre las medida más urgentes la recuperación de su capacidad de exportación, sin la cual la economía española caminaría irremediablemente en poco tiempo hacía una segura estrangulación en su posición financiera mundial.En el lado positivo, el análisis destaca el potencial de crecimiento del mercado español (principal captador de inversiones extranjeras), la relativamente alta tasa de aumento de la población, las posibilidades de extensión de la infraestructura básica del país, la necesidad de tecnología exterior y los bajos ni veles de consumo e ingresos per cápita.

En opinión de los autores, estos hechos dejan margen para el optimismo sobre el futuro de la economía en España, donde todas las soluciones son posibles si decididamente se quieren poner en práctica. El objetivo, insiste el estudio, debe ser la integración de la economía española en los mecanismos de la producción y comercio mundial al tiempo que su sistema económico y financiero se hace más abierto y competitivo".

La idea de la mejora de la competitividad relativa de la economía española frente al resto del mundo domina todo e análisis. Según los autores, el principal factor que entorpece el crecimiento de la economía española es la pérdida de la competitividad internacional, especialmente en el sector industrial.

"Si se persige un crecimiento más rápido, los, exportadores españoles deben continuar mejorando su cuota en los mercados mundiales con el fin de acabar con el condicionante que las restricciones de pagos ejercen sobre la balanza exterior y la expansión", dice el informe, que ataca en esta línea, una política de cambio basada sustantivamente en la depreciación de la peseta

" ya que esto no conduce más que a un relanzamiento de la inflación sin atacar la causa verdadera de la pérdida de competitividad".

Reducir el consumo

Para acabar con este círculo vicioso, viene a decir el informe de los dos economistas, "la única vía es un crecimiento de, esencialmente, las exportaciones industriales". Pero para alcanzar esta meta, que no es otra que el crecimiento de: la economía del país, será necesario que se reduzca el consumo, tanto público como privado, y se lleve una política clara de contención de costes reales salariales.

Objetivos del informe

Los autores del informe sumarizan los objetivos de su informe en los siguientes puntos:- Crear mercados más abiertos y eficientes, en los que los precios relativos se ajusten más rapidamente.

- Alentar una mayor competitividad del sistema.

- Atajar las debilidades nacionales, particularmente la dependencia energética del país, para lo que es necesario un papel muy vigoroso del Estado.

- Reestructurar el sistema de ingresos y gastos del país con el fin de dar apoyo no inflacionario a la economía; alentar la creación de empleos y suavizar la estructura de costes de la industria.

En este sentido, el informe advierte que todas estas mejoras estructurales de la economía puden crear, a corto plazo, más inflación y desempleo. Pero una gradual integración en la Comunidad Económica Europea será un apoyo lógico que ayudará a estos cambios estructurales y los hará más efectivos e irreversibles.