Cinco triunfos a domicilio en siete partidos

Cinco triunfos a domicilio se produjeron en los siete partidos de la la jornada de Primera División, en la que el Real Madrid, a domicilio, batió su récord de anotación. Por un lado alcanzó 149 puntos en la cancha del La Salle, y por otro, el yugoslavo Mirza Delibasic igualó los puntos que pocas horas antes hizo Nate Davis (Valladolid). Ambos sumaron 50 puntos y ofrecieron una exhibición a los aficionados. Madrid y Barcelona se mantienen con una sola derrota en su haber, y nada hace pensar que Canarias, La Salle y Náutico puedan eludir el descenso. Cuatro equipos, Cotonificio, Valladolid, Zaragoza y Joventut, luchan por alcanzar el tercer puesto.

Por fin el factor cancha ha dejado de ser importante. Ocurre que en su detrimento se ha pasado al oficialismo. Los colegiados saben que, en caso de duda, siempre es mejor favorecer al poderoso. En cualquier caso, los síntomas son buenos y en dada jornada se producen situaciones diferentes. El sábado, en Badalona, el Barcelona se vio favorecido por los árbitros, al margen de que fueran Sibilio (32), Ansa (26) y Epi (18) los que ganaran el partido. Costa no pudo hacerlo porque los colegiados no le dejaron y le pusieron en cuatro faltas nada más empezar. Los 31 puntos de Jackson y los 22 de Jiménez no fueron suficientes. Lo cierto es que la única posibilidad que tenía el Cotonificio de alzarse con'e1 triunfo era que uno de los anotadores azulgranas pinchase, y no ocurrió.En el La Salle-Real Madrid, la cosa no tuvo arreglo de ninguna manera. A los puntos de Delibasic hay que añadir los 30 de Brabender e incluso los 24 de Iturriaga y los 22 de LLorente. Sáinz, con buen criterio, dio descanso a Corbalán. Los árbitros, Marcé y Llamazares, quisieron competir con el Madrid en lo de batir récords, y a los siete minutos los dos equipos ya habían cometido las ocho faltas que dan opción a lanzar todos los tiros libres y hacen que el partido se haga interminable, sobre todo, cuando un equipo dobla a otro en el marcador. En esos siete minutos, los dos gigantes madridistas, Fernando Romay y Fernando Martín, fueron castigados con cuatro y tres faltas, respectivamente, Este último fue eliminado a los catorce minutos, y Romay, en el último del primer tiempo. Enfrente tenían un equipo bajito. Son ganas de complicarse la vida y de no dejar jugar. Los árbitros, como los jugadores y entrenadores, también deben mirar al marcador a la hora de actuar. El reglamento tiene una letra, pero hay que saber leer entre líneas.

Valladolid y Zaragoza ofrecieron espectáculo, y Estudiantes y Náutico, todo lo contrario. Los colegiales, pese a vencer, dieron una pobre impresión. La zona del conjunto nauta ahogó a McKoy, y los del Ramiro fueron incapaces de saber jugar con él, con lo que hubieran resuelto antes y con más holgura el compromiso. El Náutico vino sin su norteamericano, el que mejor prombdio lleva en a Liga, y esto hace que el dedo acusador se vuelva con más fuerza hacia el equipo de Carra.

Los irregulares Caja de Ronda y Manresa cayeron en sus canchas con demasiada facilidad. El Joventut ganó en Málaga, pese a que Housey hizo dos puntos. Los productos nacionales sacaron las castañas del fuego: López Rodríguez (24) y Margall (20). Mientras, el Areslux de Jesús Codina sigue su marcha triunfal y venció tranquilamente en La Laguna a un Canarias que, como el Náutico, tiene difícil arreglo. Hollis (45) y Mendiburu (28) favorecieron el buen planteamiento de Codina. La buena actuación de McNeil (24) no fue suficiente.