El Parlamento Europeo es una pieza clave para la unidad del continente
"El Parlamento Europeo debe estar en disposición de ejercer, en el plano europeo, los mismos papeles y los mismos poderes que los parlamentos nacionales ejercen en el plano nacional". Estas palabras resumen la tesis expuesta por Simone Ved, de 54 años, ex presidenta del Parlamento Europeo, y ex ministra con Valéry Giscard d'Estaing, en la conferencia pronunciada ayer en la Fundación Juan March, dentro del ciclo Europa, hoy que el lunes 1 de marzo clausurará François Xavier Ortoli, vicepresidente de la Comisión de las Comunidades Europeas.
La tesis de Veil, defendida con fervor en su intervención, fue la utilidad real del Parlamento Europeo, frente a las interpretaciones que conceden a esta entidad supranacional un mero papel testimonial.A pesar de las circunstancias especialmente difíciles por las que atraviesa nuestro continente (diez millones de parados en los países comunitarios, recesión económica, amenazas constantes contra la paz), el balance de la Comunidad Europea es positivo: los seis países iniciales, ampliados más tarde a diez, han desarrollado, una cooperación política que si no permite hablar propiamente de una política extranjera común, sí al menos de una política extranjera concertada.
No faltaron referencias de Simone Veil al proceso de incorporación de España a la organización comunitaria europea. Tras aludir a las desconfianzas que mantienen algunos sectores de la opinión pública con respecto a la CEE, y reconocer que esa desafección e inquietud era patente en España, la actual presidenta de la Comisión Jurídica del Parlamento Europeo afirmó que la entrada de España y Portugal "es ante todo un acto político que debe permitir aportar a estas jóvenes democracias la fuerza del apoyo que constituye el conjunto de naciones democráticas de la Comunidad".
Veil recordó, en este punto, que el Parlamento Europeo "se ha pronunciado en varias ocasiones y recientemente en la sesión plenaria del pasado diciembre, a favor de que la ampliación de la Comunidad se realice en la fecha prevista inicialmente, es decir, a comienzos de 1984".
Institución coherente
Señaló Simone Veil que el Parlamento Europeo no se ha convertido, como algunos advertían hace años, en una asamblea revolucionaria, sino que se ha consolidado como una institución política coherente, capaz de expresarse sin demagogia acerca de los grandes problemas de actualidad, que se ha negado a permanecer confinada en el papel puramente consultivo y marginal" que otros muchos han querido atribuirle permanentemente.
A pesar de esta realidad, y aunque es mayor cada día la credibilidad y la autoridad del Parlamento, no solamente en los organismos de la CEE, sino también en las instituciones de los países miembros, la ex presidenta aseguró que queda mucho por hacer: es preciso resolver dificultades como las constantes infracciones a las reglas comunitarias procedentes de ciertas medidas que, con un disimulado trasfondo de interés nacional, comprometen la unidad de mercado de la CEE y que conducen a continuos contenciosos y crisis.
Valores positivos
Simone Veil, que fue presentada por Manuel Díez de Velasco, catedrático de derecho internacional, recordó como otro de los valores positivos del Parlamento Europeo el hecho de la elección por sufragio universal de sus miembros, que refuerza el valor de la democracia.
La conferenciante concluyó ayer su intervención señalando que "las naciones libres y las que sufren a fuerzas de oposición que les han privado de su libertad esperan que Europa asuma claramente sus responsabilidades. Esto sólo será posible desde la unidad".
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