El líder de AP evitó que se abucheara a Félix Pastor

El líder de Alianza Popular, Manuel Fraga, consiguió evitar, en la tarde del pasado domingo, que un buen número de compromisarios abucheara al autor de la ponencia política, Félix Pastor, por las declaraciones que éste efectuó a los medios informativos sobre su posible decisión de pedir el ingreso en Unión de Centro Democrático. Fraga, que adoptó un papel muy activo en la defensa del texto redactado por Pastor, en contra de las enmiendas marcadamente reaccionarias que se remitieron desde León y Madrid, tuvo que convencer casi personalmente a los compromisarios para que aplaudieran la intervención de Pastor en el pleno, como así hicieron.Félix Pastor difiere de la mayoría de los compromisarios aliancista en la manera de conseguir la mayoría natural, o acuerdo UCD-AP, dejando al margen sus discrepancias personales con la línea política de su partido. (Véase EL PAIS del pasado domingo). En la ponencia política había escrito: "La disposición al pacto nace siempre de las exigencias de la generosidad, y del servicio a los intereses más altos de la nación española y de la democracia. Y también nace de la congruencia, porque cualquier alternativa pactada debe estar siempre al servicio de las ideas básicas que inspiran la acción del partido, y no de las apetencias de poder de sus dirigentes y militantes".

Esta predisposición "humilde" al pacto con UCD, propugnada por Pastor, contrasta vivamente con la actitud de la mayoría de los compromisarios. En última línea se encuentran el secretario general, Jorge Verstrynge, y Gabriel Camuñas, quien, en su discurso, atacó duramente a UCD: "Entre el sector conservador y liberal que representa AP y el PSOE, no hay más espacio que el de la revolución pendiente, que resulta, además, desestabilizador".

Camuñas recordó que AP ya ha demostrado demasiadas veces su buena fe: "Retiramos nuestra candidatura en Madrid en las municipales, para favorecer la centrista; votamos favorablemente las investiduras de Calvo Sotelo y de Suárez, ofrecimos a UCD la posibilidad de gobernar con nosotros en Galicia, pero todo tiene un límite". Fraga se situó en una posición intermedia, entre ambas posturas, si bien defendió la ponencia de Pastor desde la primera hasta la última letra.