Las violaciones
El título de su editorial del 7 de febrero de 1982, "Las violaciones y el honor", era sugerente. El contenido, desgraciadamente, tangencial. Me parece que dan ustedes vueltas al tema sin entrar en el meollo de la cuestión. O eso, o el título no responde al texto. El tema es de difícil solución, a menos que cambie el lugar anatómico femenino donde los componentes masculinos sitúan e¡ honor familiar e individual. En tanto el honor familiar o individual esté situado en la entrepierna de las mujeres, es difícil evitar la vergüenza de la mujer violada. Aunque personalmente no conozco ningún caso directo ni indirecto de violación, me parece obvie, e indiscutible que la violada realmente no siente vergüenza de sí misma, ni del hecho en sí.O se entiende que el honor es un concepto bastante más trascendente y desligado de las entrepiernas -masculinas o femeninas- o será difícil que lleguemos a estados de opinión como los por ustedes demandados -muy justamente- por su editorial. /
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