El 'rearme' leninista y la depuración de sus filas, objetivos del partido comunista polaco
En vísperas de la importante sesión plenaria de su Comité Central, que debe celebrarse antes de final de mes, el Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) discute a marchas forzadas los problemas económicos del país, el futuro de los sindicatos y las fórmulas viables para conseguir la consolidación del partido.
La comisión para asuntos internos del partido, que preside el secretario del Comité Central, Wlodzimierz Mokrzyszczak, se reunió el lunes, y los oradores insistieron en la necesidad de consolidar el partido sobre las bases del marxismo y del leninismo. Según esta comisión, "un proceso de refuerzo ideológico y político del partido se ha iniciado ya, así como otro de purificación de las filas del POUP de gente ideológicamente extraña y de aquellos que infringen los estatutos".Por su parte, Jerzy Urbanski, presidente de la comisión de control del POUP, explicaba claramente en el órgano oficial del partido, Trybuna Ludu, cuáles son las condiciones esenciales para la consolidación del partido. "El punto principal debe ser que no hay retorno posible a la situación de anarquía y desorden creada por los elementos antisocialistas, no hay retorno posible al estado de cosas creado antes de agosto de 1980". Y más adelante subrayaba Urbanski: "La consolidación real sólo puede tener lugar sobre la base de una observancia meticulosa de las normas leninistas de la vida del partido".
Otro factor considerado como básico para la consolidación del POUP es "la eliminación de las filas del partido de todas aquellas personas que en un pasado no tan lejano infringieron los principios de la ética y la moral socialistas( ... ). Debemos ser conscientes de que la consolidación del partido pasa por la eliminación de la gente que entró en él por accidente, de todo tipo de camaleones políticos y de todos aquellos que adoptaron posiciones derrotistas o que, directa o indirectamente, se alinearon, con los enemigos del socialismo".
Lucha por el poder
Estos llamamientos al rearme leninista del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) son una prueba más de la lucha que se libra por el poder en el seno del Comité Central entre las distintas facciones que se preparan para la séptima reunión plenaria. Según los estatutos, la sesión debe celebrarse antes de final de mes. Se tratará de la primera reunión de los doscientos miembros del Comité Central del POUP desde la implantación del estado de guerra en Polonia el pasado 13 de diciembre.
El resurgimiento de una facción dura, claramente prosoviética, dentro del Comité Central se ha evidenciado desde que entró en vigor el estado de guerra, y Tadeusz Grabski figura entre sus principales miembros. El viceprimer ministro, Mieczyslaw Rakowski, y el propio general Jaruzelskl son objeto de las críticas de esta facción. Simultáneamente a estos intentos de reforzar el partido, que ha perdido más de medio millón de afiliados en los últimos dieciséis meses, según datos oficiales, otras comisiones discuten la grave crisis económica que atraviesa Polonia.
Las causas de la crítica situación actual, de acuerdo con la comisión de reforma económica del POUP, fueron los errores cometidos en la política económica en, los años setenta, las decisiones tomadas en 1980, que subieron los salarlos "por encima de toda proporción" y provocaron un proceso inflacionario, y, por último, el ímpacto de las tensiones sociales que surgieron en 1980 (huelgas del Báltico y creación de los sindicatos libres), así como las acciones llevadas a cabo por los enemigos del sístema socialista vigente en Polonia".
El futuro de los sindicatos, que está siendo estudiado por el Gobierno tras la suspensión de Solidaridad, se discute también en el seno del partido comunista de cara a la reunión del pleno del Comité Central. Una sesión de trabajo del comité de Varsovia sobre este tema se celebró el lunes, con la asistencia del ministro de Sindicatos, Stanislaw Ciosek.
Diversos oradores insistieron en que la realizaclón de la concepción leninista de los sindicatos permanece como un objetivo permanente de cada partido marxista-leninista, y subrayaron la necesidad de la unlón polítlca de los sindicatos. Para el ministro Ciosek, es necesario construir un mecanismo político eficiente bajo el cual puedan existir armónicamente un Estado socialista y un movimiento sindical autogobernado.
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