Las instituciones deterioraron algo el ambiente
Las jornadas bursátiles de ayer presentaron pocas novedades en relación con las precedentes. Los operadores a corto plazo insistieron en manifestar claros síntomas de nerviosismo y, aunque las instituciones continuaron, en general, manteniéndose neutrales, terminaron por generar un ambiente algo más deteriorado después de terminados los períodos hábiles para operar, cuando incluso los valores estrella del mercado, Hidro Cantábrico y Explosivos, contaban con una oferta que superaba a unas pocas órdenes compradoras que se batían en franca retirada.Los bancos se mantuvieron en su curiosa posición de equilibrio, aunque en esta ocasión las pequeñas diferencias se decantaron por el lado de las pérdidas. Los saldos en estos valores vendedores continuaron siendo muy discretos, Banesto, con algo menos de 20.000 títulos era, con diferencia, el más ofertado, y sólo el Santander conseguía presentar una diferencia favorable a las compras, de 148 acciones al cambio propuesto de 362%, aunque finalmente terminaría cotizando a 361%.
Por su parte, el Central continuó siendo el valor que mayores diferencias marcaba entre el cambio que le proponía la caja y el que finalmente terminó realizando. En concreto, frente a un precio recomendado del 353%, al cierre el cambio fue del 362%.
Esta situación, que responde al mercado madrileño, mantiene un notable paralelismo con el resto de los mercados, donde el incremento en las presiones de los vendedores individuales ha sido prácticamente la constante del comportamiento de las, bolsas.
Parece como si los especuladores no terminasen de creer en la posibilidad de que la tendencia positiva se prolongue por más sesiones, y despreciando la realidad de que las instituciones continúan imperturbables, se han lanzado a materializar sus plusvalías.
El hecho de que, por primera vez en muchas reuniones, uno de los valores con mayores plusvalías acumuladas, Hidro Cantábrico, quedase ofertado al cierre, da una idea del rumbo que han tomado las decisiones dé estos operadores a corto. Por sectores, el único que ayer fue capaz de mantener, con alguna fuerza, la evolución positiva de los valores que en él se integran, fue el de inversión. En los demás, las diferencias fueron pequeñas, pero dominaron las bajas.
Lo único que sí parece claro es que, por el momento, las instituciones siguen apostando por una bolsa firme y, aunque es posible que acabe por producirse la flexión a la baja en los cambios que buscan con tanto ahínco los especuladores, de su profundidad y duración tendrán la última palabra los grandes inversores.
Estos, por el momento -y en esto hay que insistir- parecen confiar en una trayectoria globalmente positiva del mercado. La circunstancia de que los bancos se hayan quedado en la retaguardia de las subidas, parece constituir un poderoso argumento que barajan los especialistas, para que puedan reeemplazar a los valores que han venido tirando del mercado, en el momento en que den muestras de agotamiento.
En cualquier caso, el perfume del acuerdo parece flotar en el ambiente, y las actuaciones institucionales se están desarrollando de forma extraordinariamente acompasada. Eso sí, en el momento que decidan ponerse a vender, ¡sálvese quien pueda!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.