Un solitario gol derrotó al Rayo en Sabadell

Unos 9.000 espectadores presenciaron el partido, lo que apenas supone una media entrada. La recaudación alcanzó las 700.000 pesetas.El partido fue muy flojo. Defraudaron los dos equipos, que apenas crearon ocasiones de peligro. El Sabadell acertó en el lanzamiento de una falta y de esa forma consiguió el triunfo. Los rayistas fallaron en defensa y su delantera no existió. Se mostró como un conjunto romo y pobre de ideas. Los sabadellenses dominaron más, pero sin que superasen claramente a sus adversarios.

Tanto el Sabadell como el Rayo no proporcionaron emoción al encuentro. Este transcurrió por unos cauces anodinos, faltos de todo interés. La incertidumbre del resultado no dio tampoco aliciente alguno. Los dos equipos se emplearon con demasiada lentitud. La calidad del juego mejoró en la segunda parte, cuando el Rayo despertó un poco de su letargo, acuciado por el gol en contra. Pero la delantera rayista no existió. De poco le sirvió, por tanto, al equipo madrileño su claro dominio en el centro del campo durante el segundo tiempo, cuando el Sabadell se mostró demasiado conservador. El Rayo careció de rematadores, como lo demuestra que fuera incapaz de conseguir tanto alguno.

El Sabadell gozó de cierta fortuna al conseguir la victoria. Aprovechó perfectamente una de las poquísimas ocasiones de peligro que creó. El Rayo es posible que notase el esfuerzo del partido de Copa que había jugado el jueves anterior, o que pensase en el que jugará mañana en La Romareda, frente al Zaragoza. El equipo rayista desperdició una clara ocasión de conseguir algún positivo. Enfrente tuvo a un conjunto escaso de juego, cuya principal virtud fue su total entrega, para lo que no tuvieron que esforzarse demasiado, dadas las facilidades que aportaron los rayistas. Los porteros de ambos equipos apenas tuvieron trabajo. Pocas oportunidades como la del domingo encontrará el Rayo para borrar el negativo que arrastra.