Veinte estudiantes y dos maestros del deporte, integrantes de la selección soviética
Retirado Yashin, quien presidirá la delegación soviética en el Mundial-82, sin presencia en las fases finales de los campeonatos europeos de fútbol, el fútbol soviético entró hace años en el grupo de las selecciones de segunda fila. Su ausencia del campeonato celebrado en Argentina sirvió de colofón para quienes argumentaban la caída del fútbol soviético. Sin embargo, un comité técnico formado por cinco entrenadores, capitaneado por Constantin Beskov, ha programado la recuperación del prestigio de la selección. Argentina no pudo vencerla en el estadio del Mar de Plata, Brasil vio cómo la URSS les derrotaba en Maracaná por dos goles a uno, Suecia recibió un fuerte correctivo (5-1) ante sus propios seguidores, al igual que Hungría, derrotada por 4 a 1. La fase previa del Mundial-82 se solucionó sin derrotas y con el balance de veinte goles a favor por sólo dos en contra.El comité técnico está integrado por Logofet, Fedotov, Ajalkatsi (entrenador del Dinamo de Tiblisi) y Lobanovski (técnico del Dinamo de Kiev). Ellos orientan a Beskov, de 61 años de edad, y le ofrecen continuos informes sobre los jugadores que han de estar en España. El seleccionador tomó posesión de su cargo en 1979. De joven fue jugador, ocupó el puesto de delantero y no lo debió hacer mal cuando los anuarios le otorgan un total de 106 goles marcados en los campeonatos oficiales soviéticos. Quizás el haber jugado siempre en las líneas de ataque haya influido en su mentalidad como entrenador: nadie le discute en estos momentos que bajo su cargo la selección soviética haya adquirido un mayor matiz ofensivo.
La renovación de la selección fue obra que comenzó hace cinco años, aunque se mantuvieran algunos jugadores, por lo que en la actualidad la media de edad ronda los veintiséis años, dato que se considera idóneo por combinar la juventud con una madurez en el fútbol internacional. Su labor, atendiendo a las noticias que se tienen sobre su trabajo, ha tenido grandes dosis de psicología y un esmerado trabajo de programación. La prueba de ello está en que la selección de la URSS es la que más tempranamente visitó España en partidos de preparación, al jugar contra Cádiz, Celta y Linense.
El sucesor de Yashin
En 1975, Oleg Blokhin entró de forma rutilante en el panorama futbolístico internacional. Con veintidós años alcanzó el Balón de Oro, y sucedió en este galardón a su compatriota Yashin, que lo había conseguido en 1963, doce años antes. Comenzó a jugar en el Dinamo de Kiev a los dieciocho años, y a partir de 1972 alcanzó la titularidad en la selección nacional. En un principio, sus facultades no ofrecían excesiva confianza para el puesto que ocupaba, extremo izquierda. Tenía condiciones, se decía, es técnico, pero tiene una altura inusual en un extremo, 1,82 metros. Su aspecto iba contracorriente, ya que se suponía que los extremos han de ser bajitos. Diez años después de iniciada su presencia en la selección soviética nadie discute su clase. Es más, últimamente se ha hablado más de él por razón de las posibilidades que han existido de ser contratado por un equipo puntero de la Europa occidental, en cuya lista figuró el Real Madrid.
El primero de julio del pasado año, Blokhin rebasó un récord del fútbol soviético. Sus 153 goles en los campeonatos oficiales de la URSS superaban la barrera impuesta veinticinco años antes por Alexander Ponomaryov. En este último año ha sido noticia rosa en la Prensa internacional, al casarse con la gimnasta Irina Derugyina, otra estrella del deporte soviético, que fue campeona mundial en su modalidad.
Estudiantes de cultura física
Junto con Blokhin, es Kipiani el jugador más destacado de la actual selección, hombre además que ha estado apartado de la titularidad en los últimos meses, luego de que sufriera una lesión importante en el choque disputado el pasado septiembre frente al Real Madrid. Angel le partió la tibia y el peroné y se especuló con su ausencia para el Mundial-82. A sus treinta años, y ya recuperado, parece ser imprescindible para Beskov en la línea de centrocampistas.
Con ellos vendrán jugadores poco conocidos en España, todos ellos estudiantes o licenciados en el instituto de cultura física, pero de eficacia probada. En la portería, el titular es Dasayev, de veinticuatro años, de buenos reflejos. La defensa tiene valores acreditados, entre los que destacan Chivadze, considerado el jugador del año en la URSS; juega en el centro de la defensa. Puede impresionar en España, al igual que Yanushevski, lateral derecho, jugador muy veloz y acostumbrado a lanzarse al ataque. Se le augura un gran futuro.
La línea de centrocampistas estará encabezada por el citado Kipiani, quien tendrá a su lado a otro cerebro, Gavrilov, jugador experimentado en lides internacionales. El que más futuro parece tener es Bessonov, hombre rápido y duro.
La delantera es factor clave en la renovada selección. Capitaneada por Blolchin, tiene en Rostov y Shengalia su complemento. Ellos llevan una temporada muy realizadora y se han acostumbrado a marcar más de dos goles por encuentro. Es la línea que puede llevar a la selección soviética a lograr sorpresas en el Mundial-82. Su grupo, compuesto por Brasil, Escocia y Nueva Zelanda, da pie para ello.
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