Calvo Sotelo reclama para el Gobierno la plena responsabilidad del relevo en la cúpula militar
El presidente Leopoldo Calvo Sotelo recabó para el Gobierno la plena responsabilidad de la renovación anticipada y simultánea de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM), en las palabras que pronunció ayer tras la jura del nuevo equipo en el palacio de la Moncloa. El automatismo establecido por la Ley de la Reserva Activa, que implicaba el cese escalonado entre los meses de abril y julio de sus últimos componentes, fue invocado como única razón del acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros en su reunión del viernes. El nuevo presidente de la JUJEM, teniente general Alvaro Lacalle Leloup, expresó ante los asistentes a la ceremonia su preocupación por perfeccionar la disciplina. "Esperamos", dijo, "que nuestros consejos y propuestas sean atendidos y considerados en el momento en que el Gobierno tenga que tomar alguna decisión que nos afecte".
Con puntualidad castrense, a las 10.30 de la mañana, el subsecretario de Defensa, vicealmirante Angel Liberal Lucini, inició la lectura del real decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado de ayer, por el que se nombra Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor al teniente general Alvaro Lacalle Leloup, quien se adelantó hasta la mesa para prestar juramento con la mano derecha sobre los sagrados textos de acuerdo con esta fórmula: "Juro por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado".De la misma forma, tras la lectura de los decretos de sus respectivos nombramientos, juraron los nuevos jefes de Estado Mayor del Ejército, general Ramón Ascanio Togores de la Armada, almirante Saturnino Suanzes de la Hidalga, y del Aire, general Emilio García Conde. Inmediatamente, Calvo Sotelo leyó los tres folios y medio de su intervención, iniciada con el recuerdo de la ley que coloca a la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM) bajo la dependencia del presidente del Gobierno.
"Disciplinada respuesta de los cesantes"
"Me urge dar testimonio aquí", dijo aludiendo a los cesantes, "de la noble, entera y disciplinada respuesta que mi determinación obtuvo de cada uno de los ilustres soldados a quienes afectaba". Destacó su perfecta sintonía con el espíritu que alienta las reales ordenanzas y su Interpretación de la disciplina, en conformidad con ellas, como acatamiento de la Constitución, a la que la institución militar está subordinada. Han sido, subrayó, ejemplares en su cooperación con el ministro de Defensa y, en todo momento, leales al Gobierno.A los nuevos miembros de la JUJEM, órgano colegiado superior de la cadena de mando militar de los tres Ejércitos, dijo que les espera una tarea apasionante resumida en la continuación del proceso acometido por sus antecesores con pleno acatamiento a la Constitución y con disciplinada disponibilidad a las órdenes del Gobierno, en el marco de la lealtad al Rey. "Tengo la certeza", reiteró, "de que la Junta de Jefes de Estado Mayor que hoy se constituye honrará a la Patria y a la institución militar y guardará fidelidad a la Constitución, subordinación al Gobierno y lealtad a la Corona, con las mismas virtudes que la que acaba de cesar".
Tomó entonces la palabra el nuevo presidente de la JUJEM, general Alvaro Lacalle Leloup, quien, improvisando sobre las notas de una pequeña ficha, empezó por declarar que se sentía intérprete de todos los nombrados al manifestar su agradecimiento al Gobierno por la confianza que en ellos depositaba en una etapa que presenta problemas importantes en la defensa nacional. Aseguró que llegan decididos a realizar el mayor esfuerzo para mejorar las Fuerzas Armadas, con el fin de que estén preparadas para cumplir con la máxima eficacia las misiones que la Constitución les encomienda.
Mencionó como preocupación mas importante el cultivo de los valores morales, de amor a la Patria, y especialmente el perfeccionamiento de la disciplina, "clave de la unidad y de la fuerza de los Ejércitos". Aseguró que se esforzarían por obtener el máximo rendimiento a los recursos materiales que la Patria pone en sus manos así como en el logro de una excelente organización del mando y adiestramiento de las Fuerzas Armadas.
Concluyó ofreciendo la lealtad de la Junta y la ponderación y sinceridad de su. asesoramiento, afirmando que recogían la herencia de la labor desarrollada por sus predecesores y rogando al presidente del Gobierno que transmitiera al Rey la inquebrantable lealtad de los Ejércitos.
Después del acto, el ministro de Defensa, Alberto Oliart, expresó su satisfacción por la sorpresa con que se había, desarrollado la operación relevo. También el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Ramón Ascanio Togores, que evocó sus contactos con la Prensa y la universidad como presidente del seminario cívico militar que se desarrolló en Canarias en el curso de los dos últimos años.
La operación de relevo
La decisión del presidente de proceder al relevo de los componentes de laJUJEM fue comunicada a todos ellos el lunes, salvo al almirante Arévalo, que se encon traba fuera de Madrid y que fue el único que no la encajó bien. Los nuevos nombramientos han tenido en su formulación final un alto componente de calendario hábil por delante para el ejercicio del mando. La sorpresa ha sido la designación del general Ramón Ascanio Togores, que, al frente del Estado Mayor del Ejército de Tierra, acumula el mayor poder directo. A la inversa, el almirante Díaz Deus, jefe de apoyo logístico de la Armada, parece el mas defraudado por no haber sido promovido a la cúspide.La continuidad de la JUJEM queda asegurada con la permanencia del jefe del Estado Mayor Conjunto (EMACON), vicealmirante Tomás Clavijo, que ocupa la secretaría del órgano. Los nombramientos del viernes pasado crean nuevas vacantes de máxima importancia. Ahora habrá que cubrir los puestos de segundos jefes de Estado Mayor de la Armada y del Aire, cuyos titulares fueron promovidos a la JUJEM. Se considera probable que el segundo jefe de Estado Mayor del Ejército, general Miguel Fontenla Fernández, reciba otro destino, de forma que Ascanio sitúe en ese puesto a uno de sus colaboradores mas cercanos.
Como ya indicó EL PAI S en su edición del 13 de diciembre de 1981, también está pendiente de cubrirse la jefatura del Cuarto Militar del Rey, hasta ahora ocupada por el teniente general Joaquín Valenzuela y Alcíbar Jaúregui, que ha pasado, ya con setenta años cumplidos, a la situación de reserva activa. En algunos medios se quiere impulsar para este puesto al general Jesús González del Yerro, del que habló recientemente la Prensa por los contactos políticos que mantuvo en Madrid.
Medios políticos estiman que el Gobierno había percibido la necesidad de unos relevos una vez evaluado el desgaste de los anteriores titulares de la JUJEM. En círculos militares se insistía en la conveniencia de que la autoridad y, el prestigio del mando acompañaran y facilitaran la exigencia de la disciplina, cuyo deterioro alcanzaba cotas preocupantes. Ese es el reto del nuevo equipo, al que ya empieza a querer condicionar la Prensa de ultraderecha.
La tarea cumplida por la Junta que cesó el sábado quedaba resumida así en unas declaraciones de su presidente, general Ignacio Alfaro Arregui, que será nombrado, asesor de Calvo Sotelo para asuntos militares, a la revista Reconquista: la realización del Plan Estratégico Conjunto, con sus dos apartados que se orientan a la concepción estratégica y a la definición del objetivo de fuerza conjunto para la década de los 80; la creación del Centro de Evaluación y Conducción Estratégica (CECOE), que proporciona a la JUJEM los medios para su ejercicio; y en el campo de la doctrina conjunta merece subrayarse la doctrina para la acción unificada y las normas para el apoyo aéreo táctico de las fuerzas navales. Aparte de estas realizaciones concretas, el general Ignacio Alfaro consideraba como mayor logro la participación efectiva de los tres Ejércitos en la tarea de alcanzar mayores cotas de integración.
Los nombrados para la nueva JUJEM tendrán que asesorar al Gobierno en temas tan transcendentales como la integración en la Alianza Atlántica, el desarrollo de las reales ordenanzas -pendiente desde hace tres años-, la, modificación del despliegue de las unidades del Ejército de Tierra, la reforma de la enseñanza y de las academias militares, la urgente reforma de la Guardia Civil, y plantearse en profundidad la cuestión de la opinión interior en el seno de las Fuerzas Armadas.
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