Enseñanza crítica de la religión

Leo con sorpresa el artículo de Reyes Mate aparecido en su periódico el pasado día 19. Parece mentira que se pueda tratar con tanta superficialidad un tema como la formación religiosa de los jóvenes. Acogiéndome al derecho de réplica (pues soy una de las personas a las que alude el señor Mate cuando habla de cartas en las que se denunciaba el libro), y en uso del derecho general a la libertad de expresión, escribo esta carta.Antes que nada quisiera decirle al señor Mate que otra vez que escriba un artículo, por respeto a los lectores, procure informarse mejor del tema que trata y no contar sólo la parte de historia que le conviene. ¿En qué fecha la editorial ha intentado. someterse a los trámites reglamentarios para que el libro se apruebe? ¿Qué reparos concretos puso la Comisión Episcopal al texto? ¿Qué puntos han modificado los autores con respecto a las ediciones anteriores? Aparte de esto, abundan las verdades a medias, las frases sacadas de su contexto y la idea de que existe no sé qué compló para cargarse el libro.

En fin, señor Mate, empezamos a estar hartos de que se presente una y otra vez a las personas poco ortodoxas (digámoslo así para no herir susceptibilidades) como víctimas de la intransigencia y el fanatismo de los que examinamos los libros con lupa para encontrar alguna posible herejía y, una vez hallada, mandamos a la hoguera libro y autor. No estamos tan ciegos como para no reconocer los valores positivos de este texto (segundo tomo de la obra Para una enseñanza crítica de la religión), pero sí lo consideramos peligroso para personas poco formadas.

Un último dato de interés: tengo dieciséis años y estudio 32 de BUP, y mi único interés en que se retire este libro brota de los efectos que veo está produciendo en mis compañeros./ . .