"La industria del secuestro" consiguió más de 3.000 millones de pesetas en Italia durante el pasado año
Este año los reyes han traído a todos los niños italianos una noticia triste que ha hecho enfurecer a todos los padres y madres. En uno de los pueblecitos del lago de Garda, en Desenzano, ha sido secuestrada una niña de once años, Marzia Savio, a las ocho de la mañana, mientras iba al colegio en su bicicleta azul, bajo una espesa niebla. Su padre es un mecánico que trabaja en una fábrica y su madre es ama de casa. La llamada "industria del secuestro" de Italia consiguió más de 3.000 millones de pesetas en rescates, durante 1981.
El hecho ha revolucionado al pueblo de Marzia, donde nunca había sucedido nada de esto. Era uno de los pocos pueblos tranquilos de Italia, como su lago. La primera noticia la recibió la madre, a través de una llamada de teléfono cínica y amarga: "Marzia está con nosotros. Su bicicleta la hemos dejado en la carretera. Nos hemos llevado su cartera de libros para que siga estudiando. La trataremos bien. Vayan preparando mucho, mucho dinero".En la carretera, junto a la bicicleta, los padres de Marzia encontraron sólo sus zapatos de gimnasia y un gorrito rojo de lana que le había hecho su madre.
¿Qué significado puede tener secuestrar a la hija de una familia sencilla? Algunos piensan que los secuestradores han pensado que la niña es prima del futbolista del Milán Maurizio Venturi y que su abuelo es propietario de una pequeña empresa. Pero entonces el problema se agudiza porque podría ser objeto de un secuestro cualquier niño o niña de clase media.
Lo cierto es que, en Italia, los secuestros se están convirtiendo en una de las industrias más florecientes y sin crisis del país. Sólo en 1981, los secuestros han dado a sus ejecutores más de 3.000 millones de pesetas declarados, porque de muchos no se sabe en realidad la verdadera cantidad pagada. Sólo el año pasado fueron secuestradas en Italia 82 personas. Dieciocho están aún en manos de sus verdugos. Sólo diecisiete casos fueron descubiertos y detenidas cien personas. En los últimos veinte años han sido secuestradas 450 personas de todas las edades, fueron descubiertos sólo 241 casos y detenidas un total de 1.150 personas. Desde 1960 hasta la fecha, 65 de estos secuestrados no han vuelto a casa. Muchos fueron hallados muertos. La media sigue siendo, a pesar de todo, de cien personas al año, con un aumento cada vez mayor. Y junto con los secuestros el balance de criminalidad en Italia ha vuelto a ser fuertemente negativo el año que se ha ido. Lo han declarado los magistrados con ocasión de la inauguración del nuevo año judicial. No han querido dar cifras, pero han afirmado que han aumentado notablemente los homicidios, los actos terroristas, los atracos y el despacho de droga. El único dato consolador es que se mantiene estacionario el número de delitos cometidos por los menores de edad.
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