Terminó el año bajo el síndrome de Hacienda y sus órdenes ministeriales
El año ha terminado en los mercados de Madrid y Bilbao, hoy se realizarán operaciones en Barcelona y Valencia, con unas sesiones sostenidas, en las que se rebajó notablemente la contratación que se realizaba en los corros, mientras que los índices generales conseguían mantener su orientación positiva.Las reuniones se vieron conmocionadas por los comentarios, en general bastante subidos de tono, que desencadenó la lectura del artículo tercero y las disposiciones transitorias del Real Decreto 3.150/81, por el que se modifica el régimen fiscal de la entrega de acciones liberadas con cargo a las cuentas de regularización o actualización de balances. Esta norma, que ha venido a modificar el artículo 84 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, acaba con las ilusiones de aquellos que durante las últimas semanas han venido adquiriendo derechos de suscripción, con la sana intención de vender las nuevas acciones a que estos cupones les den derecho, declarar la minusvalía contable que se produciría entre el precio de venta y la contabilización a la par de estos títulos y reinvertir el producto de esta venta en valores de similares características, con lo que podrían seguir acogiéndose a los beneficios fiscales.
Tras el concienzudo repaso a la memoria de los antepasados de los responsables del Ministerio de Hacienda, tanto por línea directa como por la colateral, que realizaron los especialistas bursátiles a primera hora de la mañana como consecuencia de esta modificación reglamentaria, se observaron unos momentos de clara desorientación, para que al final prevaleciesen los criterios conservadores y cada cual cumpliese su papel.
Así, los bancos repitieron casi en bloque, sometidos a unas discretas tensiones vendedoras donde destacaban las 25.666 acciones de saldo vendedor que presentaba el Central en el mercado madrileño. Para el resto de sus compañeros, aunque en general la caja recomendaba ceder algunas posiciones, la presencia de papel resultó menos agobiante y las repeticiones compusieron su cuadro particular de fin de año.
En el grupo eléctrico continuaron llevando la voz cantante los derechos de suscripción, que, a pesar de todo, concitaron la mayor atención por parte de los especialistas. Precisamente ayer terminaban los períodos hábiles de contratación de derechos de suscripción en Madrid y Bilbao de FENOSA, FECSA, Viesgo, el Banco de Crédito Balear y Cristalería Española.
Los cupones de FENOSA no cotizaron por falta de contrapartidas vendedoras, y el cambio al que se casaban las últimas operaciones en el mercado madrileño era de 15 pesetas. Esta situación de falta de papel fue prácticamente constante a lo largo de todo el período ampliatorio. Las dos o tres entidades que detentan un ma yor número de acciones de esta compañía eléctrica en sus carteras parecen haber suscrito las nuevas acciones que les correspondían en su totalidad, al menos esta era la impresión generalizada en los parqués, y con ello han dado un notable susto a quienes apostaron, vendiendo en descubierto, por una caída de estos cupones tan en picado como las que se habían producido en años anteriores.
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