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La evolución de la crisis polaca

Discreta reaparición del partido comunista polaco en las informaciones de los militares

Después de una semana durante la cual había desaparecido de la vida pública, el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP comunista) empieza a asomar discretamente en las informaciones controladas por los militares en Polonia.

El POUP, que teóricamente desempeña "el papel dirigente de la sociedad", había desaparecido después del golpe militar, pero en una información de cuatro líneas, la agencia polaca de noticias PAP informó de la reunión del secretariado del Comité Central, sin más detalles.A la inversa de la tesis maoísta de que el partido predomina sobre el fusil, en Polonia los papeles parecen haberse invertido desde el golpe militar, del que se llegó a suponer que podría liquidar también al POUP por la incapacidad y la corrupción de que dio muestras en los últimos años.

Tímidamente, los comunistas polacos hacen de nuevo su aparición, y el grupo de Gdansk del POUP advierte que "hay que activar el trabajo del partido" y, lo que suena casi macabro ante la sangre derramada, que "es necesario continuar en el camino de la odnowa (renovación) socialista y en busca de un compromiso nacional".

En el periódico de los militares, Zolnierz Wolnosci (El soldado de la Libertad), escribió ayer un funcionario del POUP que el partido es la esperanza para hoy y para mañana y que no habrá vuelta a la situación anterior.

Los militares parecen empeñados en asegurarse una legitimación para su intervención de "salvación nacional", y los medios de comunicación advierten que cuanto antes se llegue a la normalización, más pronto se acabarán las medidas del estado de guerra".

Mientras tanto, los militares continúan sus esfuerzos por demostrar su eficacia, aunque desde las seis de la mañana, cuando se levanta el toque de queda, se forman ya las colas en busca de alimentos y otros bienes de primera necesidad. En la televisión, imágenes presentan a oficiales que llegan a una cooperativa y preguntan ¿"qué falta aquí"?, el jefe de la cooperativa explica lo que necesita y el militar, cara a las cámaras, con naturalidad, advierte "dentro de una semana pasaré por aquí y veré si todo está en orden".

Los militares polacos muestran claramente que el primer punto de su actuación se centra en el restablecimiento del funcionamiento económico del país, lo que podría incluso darle una cierta confianza entre parte de la población, pero queda sin resolver la cuestión fundamental de qué harán con el poder que arrebataron violentamente hace una semana.

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