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Un profesor acuchilla a un alumno y a una maestra en La Palma

Un profesor de EGB, Manuel Hernández Santos, del colegio nacional Los Quemados, en Fuencaliente -localidad situada en el vértice sur de la isla de La Palma-, hirió, durante el transcurso de su clase diaria, a su alumno predilecto y a una profesora del mismo colegio, con un cuchillo para cortar pan que había mantenido oculto hasta el momento de cometer la agresion.A continuación se puso al volante de su automóvil y recorrió cuarenta kilómetros para presentarse voluntariamente en la comisaría de la capital de la isla, no sin antes haber estado a punto, en dos ocasiones, de provocar un accidente de circulación, debido a varias maniobras bruscas que realizó con su coche.

La policía decidió trasladarle a un hospital, donde quedó internado bajo custodia de varios agentes. Manuel Hernández, un hombre de 46 años, separado y natural del lugar donde se produjeron los hechos, gozaba de mucho aprecio y estima profesional entre sus vecinos. Había ocupado hasta hace poco tiempo el cargo de juez de paz del pueblo. Cuatro meses atrás fue sometido a una exploración craneal en la residencia sanitaria de Santa Cruz de Tenerife, al verse aquejado de pérdida de visión en uno de sus ojos. Según el médico del pueblo, esto le produjo una depresión nerviosa y tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico. La visión la había recuperado, sin embargo, en las últimas fechas.

Como todos los días, Hernández Santos, un excelente profesor, según el cura del pueblo, se disponía a iniciar su clase. Pidió a su alumno preferido, David Hernández Hernández, de catorce años de edad, que abriera un libro por una determinada página. Cuando éste la buscaba, el profesor mostró un cuchillo dentado, para cortar pan, y le asestó dos cortes de relativa profundidad en la región lateral del cuello (carótida y yugular) y en el mentón, de siete y seis centímetros de longitud, respectivamente, sin llegar, por suerte, al plano muscular, lo que hubiera sido mortal para el escolar.

Los compañeros de la clase huyeron de la misma alarmados. Se arrojaron por las ventanas del aula y emprendieron la huida en desbandada. Hernández Santos salió de su clase y visitó el aula contigua para repetir la agresión con una de sus colegas, la profesora Natividad López, a la que hirió de menos gravedad.

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