Congelados durante un año los planes de ENASA-Harvester
La "aventura conjunta" de ENASA e International Harvester (IH) para fabricar anualmente en España 60.000 motores de tipo medio, con una inversión superior a los 20.000 millones de pesetas, fue congelada ayer, por lo menos durante un año, por la sociedad de capital mixto Enasa International de Motores, SA (EIMSA). La razón aducida por los directivos de la empresa fue la fuerte caída de la demanda en Estados Unidos, mercado al que iba dirigida la mayor parte de la producción.Por otro lado, Carl Levy, consejero delegado de EIMSA, anunció que hoy se firmará en Chicago el acuerdo de refinanciación de la deuda a corto plazo de International Harvester, que se convierte así en dos créditos separados a dos años por un importe conjunto de 3.400 millones de dólares. Cinco de los 225 bancos acreedores no firmarán el acuerdo, entre ellos el Hispano Americano.
La decisión de suspender durante un año los planes de fabricar en Torrejón de Ardoz creará ciertos trastornos en los reajustes de plantilla que tenía previstos la Empresa Nacional de Autocamiones.
La empresa nacional, que este año perderá 12.000 millones de pesetas, pensaba utilizar el exceso de plantilla que tiene en la nueva fábrica. Ahora, unas 700 personas tendrán que pasar por un período de regulación de jornada.
Aparte de este impacto social, la suspensión temporal del proyecto de motores no tendrá mayores repercusiones, según los directivos de la empresa. Por el contrario, ENASA seguirá fabricando en ese período un tipo de motor similar al que se iba a fabricar, para cubrir la demanda nacional del mismo.
La congelación del proyecto EIMSA ( cuyo capital se compone de un 65% de IH y un 35% de ENASA) se justifica, según sus directivos, en la fuerte caída de la demanda de camiones medios y pesados y en el cambio de las previsiones de la demanda (ver cuadro) de motores que había realizado International Harvester para los años siguientes a 1984, fecha en que pensaba que saliera el primer motor de la fábrica de Torrejón de Ardoz.
De los 60.000 motores que se iban a fabricar al año en la nueva planta de Torrejón, un 80% estaba previsto para ser exportado a Estados Unidos, donde International Harvester tiene una fuerte implantación en el mercado de camiones, agrícola y maquinaria para la construcción. Ahora, los motores se fabricarán con un ligero retraso, algo superior a un año, de acuerdo a la evolución del mercado y de la demanda.
Se mantienen los planes de inversión
En cuanto a ENASA, Federico Sotomayor, su presidente, señaló que los planes de inversiones seguirán adelante normalmente. ENASA tiene previsto invertir unos 30.000 millones de pesetas en el horizonte de los próximos tres años, la mayor parte en adecuación y modernización de la empresa.
En cuanto a la refinanciación de la deuda a corto plazo de International Harvester, extremo este derivado a su vez de la caída de la demanda, la firma de hoy en Chicago permitirá alejar al primer fabricante de camiones y material pesado muchos de los problemas por los que ha atravesado en los últimos meses. La firma incluirá a 220 de los 225 bancos acreedores, que poseen prácticamente el 99% de la deuda.
Según declaró Carl Levy, sólo cinco bancos no se encontrarán en la ceremonia de hoy. Los cinco tienen poca cantidad de dinero comprometido en International Harvester. El consejero delegado de EIMSA citó, concretamente, a Hispano Americano, que tiene un saldo acreedor con la compañía americana de cuatro millones de dólares (casi 400 millones de pesetas).
Otro banco español que, sin embargo, estará presente en la firma será el Banco Urquijo, que a su vez tiene un saldo acreedor de otros 400 millones de pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.