El KGB informó a Lisa Alexeieva del fin de la huelga de hambre del disidente soviético Andrei Sajarov
El premio Nobel de la Paz de 1975, Andrei Sajarov, y su esposa, Elena Bonner, finalizaron ayer su huelga de hambre, según informaron fuentes de la policía política (KCB) a su nuera, Lisa Alexeieva, por cuyo derecho a emigrar a Occidente Andrei y Elena comenzaron su ayuno el pasado 22 de noviembre. Las mismas fuentes aseguraron ayer a Lisa que le sería concedido el correspondiente visado para viajar a Estados Unidos y encontrarse con su esposo -Alexei Semionov, con el que se casó por poderes-, hijo de un anterior enlace de Elena Bonner.
Siempre según las mismas fuentes, ayer por la mañana se le habría comunicado a Sajarov la concesión del visado de su hijastra política. Inmediatamente después, el premio Nobel y su esposa Elcria habrían decidido poner punto final a su protesta.Ayer se vivió una gran confusión en medios occidentales de Moscú. Nadie ha podido ver a Sajarov desde que fue hospitalizado en Gorki la pasada semana. Tampoco se conocen detalles sobre el tratamiento que se le está haciendo seguir. Si, como se supone, estaba siendo alimentado por la fuerza, ¿cómo puede saberse que ha decidido voluntariamente acabar con su huelga de hambre?
Interrogantes de este tipo se multiplicaban ayer tarde en medios periodísticos de la capital soviética, horas después de que un agente del KGB anunciara a Lisa el fin de la huelga de hambre de Andrei Sajarov y Elena Boriner.
No hay que descartar tampoco que Lisa Alexcleva haya sido desbordada por los acontecimientos. El martes había quedado muy impresionada por la noticia que le ofreció el presidente de la Academia de Ciencias de la URSS, Anatoll Alexandrov: Sajarov se encontraba en un estado sumamente orave.
La concesión del visado a Lisa no tiene más garantía que la puramente verbal. En los escasos mensajes que ha podido hacer llegar al exterior, Sajarov se mostraba desconfiado. Nadie podía pensar que la simple palabra de las personas que lo custodian sirviera para poner fin a su protesta.
Los corresponsales occidentales en Moscú veían ayer el supuesto final de la huelga de hambre de Sajarov como un puzzle al que le faltaban piezas. Muchos datos estaban ausentes. Aparte de la declaración hecha a Lisa por un agente del KGB,¿había algún otro tipo de garantía?, ¿alIgún país occidental respaldaba la concesión del visado a Lisa?, ¿el presidente de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética había avalado el compromiso? o, simplemente, ¿Andrei Sajarov -a sus 61 años, con el corazón cansado y alimentado por la fuerza- había tirado la toalla?
Desde Washington, el yerno de SaJarov, Alexcl Sernionov, de 25 años puso ayer en duda que sus suegros havan interrumpido la huelga. "Ellos habían declarado que no interrumpirían esta huelga hasta que Lisa haya recibido el visado, lo que todavía no se ha verificado. Dudo de que mis suegros hayan confiado en las promesas del KGB", señaló.
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