Decepción popular ante la escasez de las lluvias

La enorme expectación que habían provocado las lluvias caídas en diversas zonas de España en las últimas horas se ha visto frustrada, en la mayoría de las provincias españolas más afectadas por la sequía, por la aparición de una leve llovizna, «que sólo ha servido para quitar el polvo», en palabras de los campesinos, a quienes la aparición de las primeras nubes oscuras sobre el cielo no ha hecho desprenderse del escepticismo habitual, si bien los pronósticos más optimistas señalan importantes precipitaciones para el próximo fin de semana.

Un frente de lluvias y lloviznas con nieblas se ha posado efectivamente sobre algunas provincias, como Extremadura, aunque una capa de aire cálido ha impedido que las precipitaciones tuvieran la necesaria y deseada intensidad. En Cáceres, que amaneció ayer decorada de paraguas, casi innecesarios, las lluvias no han significado ningún alivio para la situación de la ganadería, aunque los cultivos de tabaco, según informa el corresponsal de EL PAÍS, Amador Rivera, se han visto favorecidos por estas lluvias, que han acelerado el deshoje de la planta. El resto de los cultivos permanece en la misma situación catastrófica, así como la ganadería.La misma decepción se ha producido en Sevilla, ciudad que padece restricciones de agua -sólo siete horas diarias en la actualidad- desde febrero pasado. José Aguilar informa de que el optimismo que siguió ayer a la aparición del cielo nublado y las primeras débiles gotas de agua, tras las rogativas presididas por el cardenal Bueno Monreal el pasado domingo, se vio considerablemente deslucido por la falta de abundancia de las precipitaciones.

El Ayuntamiento de Córdoba, por su parte, ha ofrecido agua al de Sevilla ante la situación de grave escasez en el suministro que existe en esta capital. En concreto, el alcalde de Córdoba ha ofrecido al de Sevilla 70.000 bolsas de agua diarias potabilizada por el consumo de los ciudadanos. Esta medida de generosidad del Ayuntamiento cordobés se basa precisamente en la superabundancia de reservas con que cuenta la ciudad.

También en Ávila, donde desde hace catorce meses se padecen fuertes restricciones en el suministro de agua, se vive una situación de optimismo tras la instalación de tuberías desde el río Voltoya hasta los depósitos municipales que regulan el abastecimiento de agua a la capital abulense, según informa César Lumbreras.