Yamani promete un "regalo de navidad" a los países consumidores de petróleo
El jeque Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, prometió ayer a los países consumidores un inesperado "regalo de navidad" en unas declaraciones previas a la apertura de la 62 conferencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que ayer comenzó en un hotel de Abu Dabi.
Sin dar ninguna explicación sobre qué tipo de regalo será, las palabras de Yamani parecen indicar que la OPEP se dispone a ratificar su política, iniciada el pasado octubre, en diciembre, de permitir que las economías occidentales respiren a lo largo de 1982 gracias a la continuación del precio fijo de 34 dólares para el crudo de referencia a lo largo de todo el año.Asimismo, los expertos esperan que la OPEP, cuyos períodos de crisis coinciden con el decaimiento del mercado mundial de petróleo, reduzca al máximo las diferencias que existen entre los precios de los distintos crudos. En este sentido es muy posible que los países consumidores se beneficien de una eventual baja en los costes de los crudos de mayor calidad, tales como el nigeriano, el libio y el argelino.
Pero al margen de este tema de los diferenciales, ninguna declaración de los trece ministros asistentes permite especular sobre grandes decisiones trascendentes en la reunión de Abu Dabi. La esperada baja de los precios, que muy posiblemente afectará también a crudos como el kuwaití o el iraní, no será superior a 50 centavos de dólar por barril.
De confirmarse estas previsiones, España podría ahorrar algo menos de medio dólar por cada barril que importa, lo que se traduciría en una reducción de la factura petrolera de unos 180 millones de dólares, es decir 18.000 millones de pesetas. La factura española superará los 11.000 millones de dólares en 1982, que en pesetas equivalen a los cambios actuales, a cerca de un billón de pesetas.
Casi un millón de barriles diarios
Estos cálculos, evidentemente, no son oficiales y se basan en unas importaciones estimadas en el Plan Nacional de Combustibles para 1982 de unas 44 millones de toneladas, que se traducen en algo menos de un millón diario de barriles.Según informan las agencias de Prensa, todo indica que la reunión de Abu Dabi se presenta sin grandes problemas. Ningún ministro ha planteado temas controvertidos y nada hace esperar que se rompa el amago de unidad que la OPEP alcanzó el pasado octubre en Ginebra, cuando congeló el precio del petróleo.
La razón de este optimismo, puesto de manifiesto por el ministro Subroto, de Indonesia, presidente saliente de la OPEP, descansa en la particular situación del mercado mundial de crudo. Desde hace más de un año, la OPEP se ve incapaz de colocar en el mercado todo el crudo que produce y, como a causa de las políticas de ahorro en los países consumidores, sus ventas diarias han caído de 31 millones de barriles en 1979 a menos de 22 millones en noviembre.
Para algunos países del consorcio, esta baja en sus ventas ha representado un duro golpe en sus economías internas. Algunos, como Libia, se han visto forzados a recurrir, por vez primera, a los mercados internacionales de capitales, donde tradicionalmente han sido los prestamistas.
El primer resultado de esta agobiante situación ha sido una baja generalizada de los precios de los crudos de máxima calidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.