_
_
_
_

Censurados indefinidamente los últimos episodios de "Memorias del cine español"

La serie Memorias del cine español, producida por Televisión Española, lleva ya ocho semanas sin emitirse en la noche de los domingos por problemas de censura. El guionista y director del programa, Diego Galán, ha realizado en dos de los capítulos -los dedicados al cine erótico y político- tres versiones distintas, sucesivamente más cortas en minutaje e información, que no acaban de obtener el nihil obstat de los censores y del responsable de la segunda cadena de Televisión, Marino Peña. Los directivos aplazaron ayer indefinidamente la emisión de los programas que todavía no han sido vistos por el público.

Los tres últimos capítulos de Memorias del cine español, dedicados al cine erótico y al cine político español de los últimos años setenta -además del episodio final, que consiste en una recopilación de toda la serie-, han sido retenidos por los nuevos responsables de Televisión Española durante ocho semanas consecutivas, si bien la demora en la emisión coincidió durante las cuatro primeras con la negativa de los productores José Frade y Vicente Escrivá a autorizar la reproducción de secuencias o fragmentos de las películas de las que son propietarios.Directivos y censores vieron en repetidas ocasiones la serie. El primer comentario del equipo censor -el mismo grupo que trabajó en la antepenúltima etapa de RTVE con el ex director general Fernando Arias-Salgado, consistió en enjuiciar, en bruto, el capítulo titulado El amor posible, con estas palabras: «Hay demasiadas tetas». Este episodio intercala secuencias protagonizadas por actrices españolas, desde Sara Montiel -de quien se dice que fue «la más osada, la que más pecó de todas»- y María José Cantudo -«la primera mujer que se desnudó íntegramente» en el cine después de llevar año y medio cantando y bailando en Señoras y señores para Televisión- hasta Agata Lys, Nadiuska y Susana Estrada.

"El amor posible"

Las actrices comentan sus propias películas y la imagen que de ellas tiene el público. «Este es un país de etiquetas», dice María José Cantudo. Agata Lys reconoce que le pagaban el doble por las versiones dobles para el extranjero (unas 50.000 pesetas), pero añade que una de sus «frases tremendas» era esta: «Lo que no vean los españoles, no lo puede ver nadie». Susana Estrada afirma que en su caso no es verdad que se desnude porque lo exija el guión: «Yo me desnudo porque me apetece, porque es bonito; es la parte fundamental; si no hubiera sexo, no existiríamos ninguno». Susana Estrada confiesa en el programa que hizo tres versiones distintas de la película Lucecita: «Una muy vaticana, otra más atrevida y otra con total desnudo».Son tres también las versiones que Diego Galán tuvo que hacer del capítulo sobre el llamado cine de destape para sortear en vano las dificultades de censores y directivos de Televisión Española, pero en sentido inverso al caso de Susana Estrada y de Lucecita. Diego Galán redujo el capítulo de El amor posible hasta dejar los cincuenta minutos originales en cuarenta, primero, y a causa de la prohibición de los mencionados productores, y en menos de veinte en la tercera y última versión. Las películas que conllevaban una denuncia sexual en las represiones de costumbres y las dedlcadas al homosexualismo y travestismo completan los temas de este primer episodio censurado.

"Los nuevos tiempos"

El segundo episodio censurado, si bien los censores parece que no repararon tanto en su contenido, se refiere al cine de argumento político visto, al igual que las escenas del episodio anterior, en las salas comerciales de todo el país. Se incluye, bajo el título Los nuevos tiempos, una serie de secuencias pertenecientes a veintisiete películas de los últimos años.En algunas de estas secuencias hay constantes referencias a la censura durante el anterior régimen , como las expresiones de José Sacristán en Asignatura pendiente: «Nos han robado tantas cosas... Los libros que debimos leer y no leímos... Las cosas que debimos pensar y no pensamos; todo eso es lo que no les puedo perdonar». Censura que desapareció oficialmente, en el caso del cine, en 1977, si bien El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, fue una de las últimas y tardías víctimas, como se comenta en el capítulo de Televisión Española, donde la censura todavía no ha desaparecido.

Algunos de los directores y cineastas encuestados en el programa señalan que la censura cinematográfica fue reemplazada por nuevas trabas administrativas y por la precaria situación económica de la producción y distribución del, cine español.

Hay, por último, en este episodio de Los nuevos tiempos una imagen que podría resumir la buena intención de los censores de Televisión Española hacia estas Memorias del cine español, una antología de «las películas que hemos visto, padecido y sufrido desde 1930 hasta hoy», como se dice en los rótulos de presentación de la serie. Es la secuencia de Camada negra, de Manuel Gutiérrez Aragón, en la que el joven protagonista, José Luis Alonso, golpea con una piedra la cabeza de la joven, Angela Molina, que le inició en el amor, al grito de «¡España, España!».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_