El Ayuntamiento exige la recalificación del polígono de Valverde en Fuencarral, como zona rústica
El polígono de Valverde, 1.434 hectáreas de terreno situadas en la zona norte de Madrid, junto al monte de El Pardo, sobre el que se proyectaban construir 27.000 viviendas, recuperará su calificación inicial de suelo rústico forestal por decisión del concejal responsable de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Eduardo Mangada, con lo cual se harán imposibles dichas edificaciones.
Esta decisión municipal se basa en que no se han cumplido los plazos de actuación estipulados en la orden ministerial de mayo de 1977, por la que se aprobó el plan, tal como se específica en un informe realizado por el servicio- jurídico contencioso del Ayuntamiento madrileño y en el que la Corporación rechaza el papel de administrador actuante en la junta de compensación otorgado por medio de una reciente orden ministerial. La decisión municipal ha sido comunicada al presidente de la junta de compensación del polígono de Valverde y al delegado del Gobierno en el Arca Metropolitana, Carlos Conde-Duque."Creo que ya es hora de dejar de crear falsas expectativas a los pequeños propietarios de Valverde"', explica Eduardo Mangada, "como están haciendo los responsables de Obras Públicas y de Coplaco, porque esas viviendas no se van a construir. No entiendo muy bien la actitud de Coplaco cuando el propio Carlos Conde-Duque se pronunció en contra de este proyecto. Creo que Conde-Duque ha entrado en un laissez-faire con el que se encubren compromisos personales adquiridos por los anteriores responsables del INUR y de Coplaco.
"Cabe alguna solución de tipo residual", prosigue Mangada, "por la que se permitiera levantar un número mínimo de viviendas-, pero de ninguna manera se mantendrá el plan inicial, ni siquiera el reducido del que habló después Coplaco (una tercera parte del proyecto), porque, como dije hace más de un año, Valverde es un proyecto innecesario, desaconsejable e inviable".
"Esta decisión solamente va a tener consecuencias positivas", asegura Mangada, "por cuanto se consolida como zona verde gran parte de la zona norte de Madrid, y más en un momento en el que acaba de hacerse pública la ley de protección del monte de El Pardo y su entorno. Los perjuicios van a ser mínimos, ya que los novecientos pequeños propietarios que albergaban la intención de construir en el polígono sólo habrán perdido el tiempo. A mi juicio, los únicos perjudicados son los integrantes de la cooperativa de Bolsa y Banca, cuyos cuatrocientos integrantes han entrado engañados. Pienso que Copiaco debe lograr una fórmula de compensación que podría consistir en buscarles otros terrenos en una zona urbanizable".
Zona agrícola y recreativa
"La revisión del Plan General de Madrid no puede, además, mantener un condicionamiento como Valverde. Las previsiones que tenemos para este suelo son la creación de una gran zona agrícola (es una tierra que admite distintos cultivos) y recreativa. Es posible prever desarrollos residenciales controlados, que en ningún caso superarían la décima parte de las construcciones recogidas en el plan parcial. Se trataría de actuaciones públicas producto de convenios urbanísticos".
"Espero una respuesta del delegado del Gobierno en el Area Metropolitana", concluye Eduardo Mangada, "al escrito que le envié el pasado día 30 de noviembre y en el que le anunciaba que no asistiría a ninguna nueva reunión de la j unta de compensación, por estar totalmente en desacuerdo con ese proyecto y porque ya es hora de dejar de engañar a los pequeños propietarios que a estas alturas mantienen vivas sus expectativas de que Valverde se convierta en una realidad."
Un proyecto para descongestionar Madrid
La realización del polígono de Valverde se incluía en la puesta en marcha de III Plan de Desarrollo. Está situado en la zona norte de la ciudad y sus 1.434 hectáreas están rodeadas, por el Norte y el Oeste, con el monte de El Pardo; la zona oeste, con el ferrocarril Madrid-Burgos y la variante de Fuencarral, y al Sur, con la línea de ferrocarril que enlaza con Renfe.
Los autores del plan le dieron el nombre de Centro de Decisiones-2 y pretendían que esta nueva ciudad sirviera para descongestionar Madrid, por cuanto se pretendía trasladar a esta zona todos los edificios de los organismos públicos y oficiales. Una vez trasladado el Madrid burocrático estaba previsto que las líneas del metro pudieran desplazar hasta allí al público necesitado de resolver papeleos.
La construcción de 27.000 viviendas residenciales, en las que se albergarían unos 100.000 habitantes, completaba las líneas básicas de la construcción del polígono de Valverde. Un gran parque de casi quinientas hectáreas y una amplia zona deportiva hubieran pasado después a depender del Ayuntamiento, de haberse convertido en realidad este proyecto.
El polígono de Valverde contó siempre con la oposición más frontal de los partidos políticos de izquierda y organizaciones ecologistas, quienes en las alegaciones presentadas contra el plan aseguraron siempre que Valverde no solamente no serviría para des congestionar Madrid, sino que los ocho kilómetros de distancia que separan ambos puntos se cubrirían rápidamente con nuevas urbanizaciones.
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