Ningún cambio de rumbo político en el nuevo Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo
Leopoldo Calvo Sotelo cerró ayer la crisis gubernamental con un reajuste ministerial que no supone ningún cambio del rumbo político respecto al Gobierno anterior. La remodelación afecta a seis ministerios y supone la creación de dos vicepresidencias, pero sólo cuatro de los diecinueve miembros del segundo Gobierno de Calvo Sotelo son ministros por primera vez. Destaca entre las novedades el nombramiento de una mujer, la liberal Soledad Becerril, para la cartera de Cultura. La diputada sevillana se convierte así en la primera mujer ministra desde la II República.
Esta tarde jurarán sus cargos ante el Rey los nuevos ministros del segundo Gobierno Calvo Sotelo, en el que ayer se confirmaron las novedades de la creación de dos vicepresidencias -política, para Martín Villa, y económica, para García Díez- y la incorporación al Gabinete de una mujer, la liberal Soledad Becerril. La coloración política del nuevo Ejecutivo refuerza las líneas mantenidas hasta ahora por los Gobiernos centristas, si bien en este caso la presencia de socialdemócratas residuales y suaristas es el resultado de la negativa de algunos líderes de la plataforma moderada a incorporarse al nuevo equipo de Calvo Sotelo.La gestación del nuevo Gobierno coincidió ayer con el anuncio de que el líder socialista, Felipe González, planteará hoy una propuesta para constituir «una autoridad democrática fuerte y estable, por medio de un Gobierno de amplio respaldo». Esta primera reacción, formulada antes de que se confirmara, hacia las diez de la no che, la lista gubernamental definitiva, coincide con la impresión general de la oposición de que el nuevo equipo no aporta nada a los anteriores Gobiernos, y, sin embargo, contará con menor respaldo parlamentario que el primer Gabinete Calvo Sotelo, ya bastante escaso.
El líder del sector socialdemócrata escindido de UCD, Francisco Fernández Ordóñez, calificó al nuevo Gobierno cofío «de transición, continuista y de segunda categoría», y expresó su esperanza de que, en un futuro próximo, Calvo Sotelo presente «un verdadero Gobierno, para que la derecha pueda ir a las elecciones». Desde otra perspectiva, el comunista Simón Sánchez Montero criticó el alcance del reajuste gubernamental, que no pasa, según dijo, de un cambio de personas, sin más trascendencia política.
Con la nueva formación gubernamental se desvanece, por otra parte, la imagen de austeridad dada por Calvo Sotelo con su primer Gabinete, al reducir el número de miembros, en contraste con los amplios equipos gubernamentales del anterior presidente, Adolfo Suárez. Leopoldo Calvo Sotelo ha ampliado ahora de dieciséis a diecinueve los puestos en su Gobierno, y ha dotado a dos de ellos de la categoría de vicepresidencias, con lo que reaparece el despilfarro administrativo que Calvo Sotelo pretendió combatir en su primer Gabinete, en el que prescindió de siete ministerios respecto al Gobierno de Suárez.
Páginas 13, 14 y 15
Editorial en página 10
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