Los abogados madrileños eligen mañana nuevos cargos en la jefatura de gobierno
Cuatro candidaturas estarán presentes en las elecciones que se celebran mañana en el Colegio de Abogados de Madrid para renovar la mitad de los cargos de la Junta de Gobierno de dicha corporación, entre ellos el de decano. Para este puesto compiten Antonio Pedrol, que se presenta a su reelección; Felino Hernández Aguilar, José Emilio Rodríguez Menéndez y Juan Mollá.Junto a estos elegibles para el puesto de decano concurren en la elección los candidatos a los siguientes cargos: diputado segundo, Luis Juanes y Díaz Santos, Antonio Ferrer Sama y María Telo Núñez; diputado quinto, José Antonio Lafuente Sánchez, Luis Martí Mingarro, Rodolfo Gilmartín Molino y Luis Fernando Medrano Blasco; diputado sexto, Elías Parga López, Francisco Hernando Sánchez y Joaquín Olaguíbel Alvarez-Valdés; diputado séptimo, Manuel Gomes de la Bercena, Antonio Hernández-Gil Alvarez-Cienfuegos, Luis Alfredo González, Rodríguez, Manuel Cabeño García y Fernando Serrano Sánchez; contador, Félix Esther Butragueño, José María Stampa Braun y Amable de Vicente Núñez; secretario, Santiago Rodríguez Ballester, Jesús Castrillo Aladro, Emilio Escuredo Roces y Manuel de Oara y Ossio.
De acuerdo con los estatutos del Colegio de Abogados, tienen derecho al voto los colegiados en ejercicio, a partir de los dos meses siguientes a su incorporación, y los colegiados no ejercientes, siempre que lleven, por lo menos, un año inscritos.
En relación con estas elecciones, que se celebran en un clima de estabilidad corporativa muy distinto del que presidió otras confrontaciones electorales en el pasado, el decano de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Horacio de la Oliva, ha manifestado a Efe que «sería deseable que el próximo día 2 de diciembre los abogados madrileños den un ejemplo a la opinión pública de participación masiva en la elección de quienes asumirán la dirección de su vida corporativa en los próximos cinco años».
Según el decano de la facultad de Derecho de la Complutense, la exigencia moral del cumplimiento del deber del voto alcanza su máxima cota en una profesión como la abogacía, llamada a alentar a sus ciudadanos al cumplimiento de sus deberes y que en tantas ocasiones se ha enfrentado con los poderes públicos reclamando una plena libertad para la elección de sus dirigentes.
