_
_
_
_

Incertidumbre sobre el futuro de Unión de Centro Democrático

Cuando sólo faltan dos días para el desenlace de la crisis interna de UCD, los representantes de las corrientes ideológicas que integran el partido acusaban ayer una elevada dosis de cansancio y de malestar por desconocer todavía a quiénes van a tener que dar su voto -o negárselo- el próximo lunes, en la elección del nuevo secretario general, y el martes, con la designación del portavoz. El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, guarda un absoluto silencio sobre quiénes van a ser sus candidatos, y los diputados le han hecho llegar, a través de sus interlocutores, lo perjudicial que resulta para la imagen externa del partido y para la propia pacificación interna disponer de tantos días de incertidumbre.Unos y otros continúan haciendo cábalas sobre quiénes van a ocupar los puestos claves en UCD, siempre centrados en los nombres de Iñigo Cavero y Jaime Lamo. Mientras tanto, coinciden en que la salida de la crisis debe ser de «integración», es decir, un secretario y un portavoz que no despierten excesivo rechazo, y un Gobierno en el que estén representadas todas las tendencias.

Más información
"Pulso" de las familias centristas para resolver la crisis interna

El miembro de la plataforma moderada, Emilio Attard, manifestaba, a título personal, que la solución a la crisis pasa por la integración, para evitar que a la mínima discrepancia ideológica el grupo parlamentario se resquebraje y a Calvo Sotelo no le quede más remedio que disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones generales. Esto, a juicio de Attard, resultaría en exceso peligroso para la democracia, con el juicio del 23-F en puertas. «No tiene que haber ni vencedores ni vencidos», manifestó, «porque esto supondría inevitablemente la ruptura del partido».

Uno de los portavoces de la corriente socialdemócrata de UCD, Santiago Rodríguez Miranda, añadía, por su parte, que, tomando como base el discurso que pronunció Calvo Sotelo el pasado sábado, en el que se reafirmaba el carácter de centro de UCD y se descartaba la derechización, se explicitara un programa de reformas, «muchas de las cuales ya se han llevado a cabo» y se lograra un compromiso por parte de todos para cumplirlo. Dicho programa, a juicio de Rodríguez Miranda, deberá contar con un equipo de personas que confieran credibilidad en cuanto a su cumplimiento: «Un equipo integrado por personas sin veleidades conservadoras como las que han mantenido algunos diputados», manifestó. Rodríguez Miranda agregó que su grupo está convencido de que la plataforma moderada «debe disolverse como estructura formal e integrarse como tendencia en UCD, respetando los resultados democráticos de las próximas elecciones a portavoz y secretario general».

Para Rodríguez Miranda, el futuro debe ser asimismo de conciliación, y a partir de ahí «construir un partido serio capaz de presentar una oferta electoral creíble a sus votantes». Una fuente de este sector añadía que, si bien ideológicamente, no se mostraba entusiasmado ante la hipotética entrada de dirigentes de la plataforma moderada, como Oscar Alzaga o Miguel Herrero, en el futuro Gobierno, le parecía positivo porque ello contribuiría a terminar con las tensiones internas. Si después de estas decisiones todavía hay quien no acata los acuerdos del partido, Rodríguez Miranda no encuentra otra vía que la disciplinaria.

Rafael Arias Salgado, en su calidad de hombre próximo a Adolfo Suárez, al ser interpelado por este periódico para que ofreciese su versión de cómo debería resolverse la crisis centrista, sin entrar en el juego de los nombres, pidió un tiempo para pensarse la respuesta, pasado el cual declinó hacer declaraciones.

Por parte de los liberales, Joaquín Muñoz Peirats señaló que a su grupo las personas no resultaban significativas, pues para ellos, la solución pasa por «entender que la organización del partido debe sufrir un cambio radical".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_