Leopoldo Alas
acaba de convertirse en personaje literarío, en el primer libro del periodista asturiano Francisco G. Orejas, titulado El asesinato de Clarín y otrasficciones, informa J. M. Vaquero. En el relato que da el título al volumen, Fortunato Sanz, sobrino del obispo ovetense que aparece en La Regenta, trata de asesinar a Clarín por haber ultrajado la memoria de su tío en su más célebre novela. Sanz se animaba a sí mismo, mientras esperaba al escritor armado con una pistola, pensando que "crimen más punible sería el permitir que este ateo continuase envenenando las almas puras de sus alumnos con teorías disolutas y emponzañase las del resto con su procaz literatura"; pero en el momento clave se confundió de objetivo y disparó contra un canónigo de la catedral de Oviedo. En una de las ficciones se transcriben unos pretendidos papeles inéditos de Siginund Freud, y en otra se reproduce un diálogo inédito de Platón, en el que Sócrates habla con sus habituales interlocutores de la filosofia de Hegel, de la obra de Descartes y de los principios de la termodinámica. Karl Marx aparece en este ficcionario como mero transcriptor de las teorías de un bibliotecario del British Musem, quien, de acuerdo con el texto, sería el verdadero autor de El capital. La afición de Shakespeare al vino, la megia, las polémicas entre la Iglesia y los herejes del siglo VIII, el pleito que sostuvo contra unos ratones el inquisidor Fernando Vadés Salas -fundador de la Universidad de Oviedo- y la invención de la gaita son otros de los asuntos tratados en el libro, cuyo autor entronca con la tradición de Borges y los asturianos Pérez de Ayala y Clarín, según Cándido, autor del prólogo. La edición corrió a cargo de Penthalon.
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