Mueren tres alumnos de una academia militar al estallar una granada

Tres alumnos de la Academia General Básica de Suboficiales de El Talar (Lérida) fallecieron en la mañana de ayer como consecuencia de las heridas recibidas al estallar una granada de fusil junto a un grupo de alumnos que se hallaban en un campo de tiro, distante un kilómetros de la citada academia.

Los fallecidos son Sergio Freire López, de diecinueve años, natural de El Ferrol (La Coruña), José María Martínez Fernández, también de diecinueve años y natural de Navalvillar de lbor (Cáceres), y Antonio Cerdá Costa, de veinte años, natural de Palma de Mallorca. Los dos primeros fallecieron al producirse la explosión. Antonio Cerdá resultó gravemente herido y murió cuando iba a ser trasladado al Hospital Militar de Barcelona en helicóptero.Otros siete alumnos resultaron con heridas de diversa consideración. Dos de ellos fueron internados en el hospital de Tremp, localidad ubicada a unos trece kilómetros de El Talar. Según fuentes médicas del propio hospital, el pronóstico de estos dos heridos es reservado, aunque su evolución anoche era favorable. El resto de los heridos sufre sólo lesiones de carácter leve.

Tanto los alumnos muertos como los heridos pertenecen al primer curso de la Academia de Suboficiales. Según informaciones facilitadas ayer tarde por responsables de este centro, el suceso ocurrió sobre las 10.40 horas. En aquel momento, una granada de fusil «de forma gratuita y anormal», según las fuentes, hizo explosión junto a un grupo de alumnos.

Precisamente en la mañana de ayer estaba prevista la inauguración de un bloque de viviendas destinadas a personal militar en Tremp. La inauguración fue suspendida al conocerse la noticia del trágico accidente.

Para el acto inaugural se había desplazado a Tremp el gobernador militar de Lérida, general de división, Rafael Allende Salazar, y el general director de Enseñanza. El gobernador militar dispuso inmediatamente que el helicóptero en el que había llegado a Tremp fuese utilizado para trasladar a Barcelona al soldado gravemente herido. Sin embargo, no fue necesario debido a que este alumno, Antonio Cerdá, falleció momentos antes de ser introducido en el helicóptero