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El Madrid, en busca de un empate en Jena

El Real Madrid, después de un largo viaje en avión y autobús, llegó anoche a la República Democrática Alemana para jugar mañana en Jena, frente al Carl Zeiss, su difícil encuentro de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA Aunque el equipo blanco consiguió hace dos semanas un gol de ventaja -3-2-, fue a costa de remontar a base de coraje, por dos veces y de forma angustiosa, el marcador en contra.

, El objetivo madridista, pues, ante el peligro del doble valor de los tantos en campo contrario en caso de empate en la eliminatoria -perder por 1-0 o 2-1 supondría su eliminación-, será la igualada como mínimo. Stiellke, con su reaparición, resultará un refuerzo fundamental.La misión del Real Madrid en Jena -la expedición se aloja en Gera, la capital de provincia, a cuarenta kilómetros- habría que calificarla de casi imposible, si no fuera precisamente por tratarse de un equipo como él, capaz de sobreponerse a las situaciones más difíciles. De todas maneras, su evidente baja forma, como volvió a exponer con claridad el sábado ante el Osasuna, no invita, desde luego, a pensar en nuevos milagros. El Carl Zeiss, que eliminó la temporada pasada al Valencia de la Recopa y llegó hasta la final, aunque la perdiera por 2-1 frente al más imaginativo Dinamo de Tiflis soviético, pondrá quizá demasiado a prueba las actuales debilidades blancas.

El cuadro alemán cayó el sábado por 1-0 en Magdeburgo, otro de los importantes de la RDA, que le igualó así a puntos - 14- en la clasificación de la Liga y le hizo perder, en beneficio del Dynamo de Berlín, el liderato. En su terreno, sin embargo, continúa siendo muy seguro y sus primeros minutos -como ya tuvo ocasión de comprobar el Valencia- suelen ser terribles de fuerza y empuje. En la anterior eliminatoria de la Copa de la UEFA fue derrotado en Tirana por el Dinamo de Albania -un fútbol entre discreto y desconocido-, pero le goleó con facilidad -4-0- en Jena.

Buena categoría

El Madrid no se va a encontrar con un equipo de éxitos europeos recientes y falto de experiencia. La imperturbabilidad del fútbol alemán oriental es manifiesta, pues, sin alcanzar niveles altisimos de calidad como en otros deportes -atletismo, natación o remo, por poner sólo tres ejemplos básicos-, resulta clara su buena categoría. Si la selección ha quedado sin el pasaporte para el Mundial ha sido por haberlo tenido que decidir en su grupo solamente con Polonia, que ganó muy apuradamente en Varsovia y supo explotar el contraataque en Leipzig. El Carl Zeiss, anteriormente Motor Jena, siempre basado en la industria local, hadisputado ya 74 partidos en competiciones continentales, con 36 victorias, trece empates y veinticinco derrotas. Ha marcado 123 goles y ha encajado 92.

El Carl Zeiss, aparte del subcampeonato de la última Copa de la UEFA, llegó a los cuartos de final de la Copa de Europa 1971, y fue eliminado por el Estrella Roja yugoslavo. En la Recopa alcanzó las semifinales en 1962. Entonces era aún el Motor, vencedor en la Liga nacional -Oberliga- en 1956 y 1963, y de la Copa en 1960 y 1961. Ya con su actual nombre volvió a ser campeón liguero en 1968 y 1970, y de Copa en 1972, 1974 y 1980. En los últimos diez años ha sido también cuatro veces subcampeón de Liga; en tres ocasiones, tercero; una, cuarto, y dos, quinto.

El Madrid, empezando por Boskov, que incluso valoró positivamente, por aquello de la moral, la derrota del Jena en Magdeburgo, viajó esperanzado en sus fuerzas, más físicas que técnicas, aun consciente de lo que le espera. Las reincorporaciones de Stiellke, sobre todo, y de Juanito, que también confía en superar su bache de juego -y sería ahora un momento apropiadísimo-, pueden resultar un magnífico revulsivo, sin duda. Un hecho evidente es que los a emanes deberán arriesgar -totalmente, al revés que en el Bernabéu- para marcar al menos un gol, y la cuestión estribará una vez más en comprobar si el contraataque madridista no se ha olvidado del todo con tan pocos delanteros de nómina útiles, últimamente, y tan menguadas fuerzas para lanzarlos desde atrás.

Lo que Boskov y todos temen es un partido entero sosteniendo el empate y que un simple gol suponga la eliminatoria irremediable. Puede ser más trágica que dramática esta pesada visita a Jena, en avión hasta Francfort y en autobús, con la lenta y habitual parada en la frontera después, porque el Madrid no está para sostener muchos trotes y, quizá menos aún, darlos.

Viajaron dieciséis jugadores

Miguel Angel, Agustín, Cortés, Camacho, Sabido, Benito, Navajas, Gallego, Del Bosque, García Hernández, Stielike, Isidro, Santillana y Carcelén.

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